miércoles, 28 de febrero de 2018

Oxitocina. Advertencia y nuevos beneficios

(Continuación)  En opinión de los investigadores de Birmingham, la toma de cualquiera de estos dos compuestos nos hacen sentir bien, nos desinhiben, limitando nuestra sensación de miedo y esto no siempre tiene porqué ser bueno.
No lo es porque, precisamente, es este sentimiento de desconfianza el que normalmente nos alerta acerca de los riesgos y reduce nuestra tranquilidad en situaciones especiales, impidiendo que tomemos malas decisiones. Caución.
Una desinhibición conocida por muchos cuando estamos bajo la influencia del etanol pero, hablo al menos por mí, desconocida hasta esta investigación que también la pudiera producir la oxitocina. Pero es así. El consumo frecuente de alcohol o la existencia de esta hormona en nuestro organimso, producen efectos muy parecidos. Es la cara sombría de la “hormona del amor”.
No digo que vaya a llegar un momento en el que la oxitocina se utilice socialmente como una alternativa al alcohol, que cambiemos una adicción por otra. No, no es eso.
Pero sí lo es la posibilidad hoy día, de conseguir oxitocina sintética en el mercado. Y de ahí a que, para sentirse mejor, una parte de la población se la automedique (inhalándola a través de un spray nasal) sólo hay un paso. Uno que lleva consigo el consabido peligro, y eso sí podría ser. Advertencia.
Nuevos beneficios
Sin embargo los expertos se muestran optimista con respecto al futuro uso que se le pueda dar a este -según ellos, que al fin y al cabo son los que saben- fascinante neuroquímico. Además de las “virguerías físico-químicas” en las “cosas del querer” y algunas de las ya comentadas, la oxitocina podría aportar una serie de beneficios reales para muchas otras personas enfermas.
Por ejemplo para aquellas que participan en programas de tratamiento de psicología o se encuentran en determinadas circunstancias psiquiátricas. Resulta, no es una paradoja, que se empieza a estudiar su viabilidad como ayuda a personas que participan en programas de desintoxicación alcohólica.
Sí, han leído bien, no es tampoco un error tipográfico. Existen ensayos clínicos que demuestran que el spray nasal de oxitocina llega a reducir la ansiedad por la bebida y los síntomas de abstinencia en los alcohólicos. Pero son ensayos clínicos.
En cualquier caso estamos ante un dilema. La oxitocina, que puede producirnos síntomas similares a los de una intoxicación etílica, resulta que también nos lo puede quitar. Suena raro, ya, pero parece que pueden ir por ahí los tiros hormonales, dicho esto con cierta reserva claro está.
La comunidad científica reconoce que es aún muy pronto para cantar victoria, y que es mucho lo que se debe avanzar en los estudios hasta llegar a entender la compleja naturaleza funcional de la hormona. Queda lejos la meta pero, probablemente, estemos en el camino.
Sin embargo ahí está el reto. Para quitarse una borrachera no va a haber nada como enamorarse o, lo que es lo mismo, pegarse un chute de oxitocina sintética. Bueno, pues en esto nos quedamos por hoy. (Continuará)
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