(Continuación) En opinión de los investigadores de Birmingham,
la toma de cualquiera de estos dos compuestos nos hacen sentir bien, nos
desinhiben, limitando nuestra sensación de
miedo y esto no siempre tiene porqué ser bueno.
No lo es porque, precisamente, es este
sentimiento de desconfianza el que normalmente nos alerta acerca de los riesgos
y reduce nuestra tranquilidad en situaciones especiales, impidiendo que tomemos
malas decisiones. Caución.
Una desinhibición conocida por muchos cuando
estamos bajo la influencia del etanol pero, hablo al menos por mí, desconocida hasta
esta investigación que también la pudiera producir la oxitocina. Pero es así. El consumo frecuente de alcohol o la
existencia de esta hormona en nuestro organimso, producen efectos muy
parecidos. Es la cara sombría de la “hormona del amor”.
No digo que vaya a llegar un momento en
el que la oxitocina se utilice
socialmente como una alternativa al alcohol, que cambiemos una adicción por
otra. No, no es eso.
Pero sí lo es la posibilidad hoy día, de
conseguir oxitocina sintética en el mercado. Y de ahí a que, para sentirse mejor, una parte de la población se la
automedique (inhalándola a través de un spray nasal) sólo hay un paso. Uno que
lleva consigo el consabido peligro, y eso sí podría ser. Advertencia.
Nuevos beneficios
Sin embargo los expertos se muestran
optimista con respecto al futuro uso que se le pueda dar a este -según ellos, que
al fin y al cabo son los que saben- fascinante neuroquímico. Además de las
“virguerías físico-químicas” en las “cosas del querer” y algunas de las ya
comentadas, la oxitocina podría
aportar una serie de beneficios reales para muchas otras personas enfermas.
Por ejemplo para aquellas que participan
en programas de tratamiento de psicología
o se encuentran en determinadas circunstancias psiquiátricas. Resulta, no es
una paradoja, que se empieza a estudiar su viabilidad como ayuda a personas que
participan en programas de desintoxicación
alcohólica.
Sí, han leído bien, no es tampoco un
error tipográfico. Existen ensayos clínicos que demuestran que el spray nasal
de oxitocina llega a reducir la ansiedad por la bebida y los síntomas de
abstinencia en los alcohólicos. Pero son ensayos clínicos.
En cualquier caso estamos ante un
dilema. La oxitocina, que puede producirnos síntomas similares a los de una
intoxicación etílica, resulta que también nos lo puede quitar. Suena raro, ya,
pero parece que pueden ir por ahí los tiros hormonales, dicho esto con cierta reserva
claro está.
La comunidad científica reconoce que es
aún muy pronto para cantar victoria, y que es mucho lo que se debe avanzar en
los estudios hasta llegar a entender la compleja naturaleza funcional de la
hormona. Queda lejos la meta pero, probablemente, estemos en el camino.
Sin embargo ahí está el reto. Para quitarse una borrachera no va a haber
nada como enamorarse o, lo que es lo mismo, pegarse un chute de oxitocina
sintética. Bueno, pues en esto nos quedamos por hoy. (Continuará)
¿En qué orden debo leer las entrdas de la oxitocina?
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