domingo, 18 de febrero de 2018

‘Endeavour’, Cook y escorbuto (y 2)

(Continuación) Y eran sustituidos por lo general, con granos secos y carne salada que resultaban del todo insuficientes llegando a causar en algunas embarcaciones del siglo XVIII la muerte de hasta la mitad de la tripulación.
Un hecho que fue reconocido por Lind, que la prevenía o curaba añadiendo productos cítricos a la dieta marinera, y ampliado por Cook, que llevaba a bordo una variedad de alimentos como cítricos, vegetales, brotes de semillas, chucrut y malta sin fermentar.
Unos alimentos que, a modo de ensayo clínico, obligaba por la fuerza a tomara la marinería, llegando incluso a azotar a uno de cada cinco miembros de su tripulación, algo normal por esos días. Sin embargo el resultado no pudo ser más esperanzador, ya que Cook no llegó a perder ningún hombre a causa del escorbuto, lo que no era tan normal en estas largas travesías.
Para cuando llegaron a Tahití desde su salida de Plymouth, navegando hacia el Oeste durante casi el mismo tiempo que los astronautas modernos necesitarían hoy día llegar a Marte, sólo habían perdido cinco (5) tripulantes, cuando el barco navegó alrededor del tormentoso Cabo de Horno, y después uno más, que se arrojó desesperado por la borda durante el cruce del océano Pacífico.
Un hecho que resultó ser un logro tan destacable como prácticamente desconocido hasta ese momento, y del que nadie entendía los motivos por los que la ingesta de estos alimentos prevenía del escorbuto.
Y lo que es peor aún. No sería hasta 1789 que se dio crédito oficial a este tipo de investigación y que la Armada Británica, junto con otras, comenzara a tomar medidas contra esta enfermedad.
Se estima que hacia 1795, en todas las armadas se contaba dentro de su avituallamiento, siempre con fruta fresca, y en especial con cítricos por su eficacia demostrada contra el escorbuto.
Terra Australis
Les decía más arriba que la expedición marina del Endeavour bien podía ser comparada con una de las misiones espaciales actuales. Y entre las razones de dicha afirmación les expuse los objetivos metrológicos sobre el sistema solar, y los bioquímicos y médicos acerca del ácido ascórbico y el escorbuto. Pues bien, para los intereses de esta entrada, hay uno más.
Han de saber que el Endeavour tenía encargada también una misión secreta, en realidad era el objetivo principal de la expedición, y que debía empezar nada más acabar con la “tapadera” del tránsito venusiano.
No era otra que la de explorar el Pacífico Sur en busca de señales sobre la existencia del supuesto continente más austral imaginado, la legendaria Terra Australis Incognita o “Tierra desconocida del sur”. Pero lo tengo que dejar aquí.
Consciente eso sí de que lo hasta ahora enrocado, es sólo una mínima parte de los acontecimientos del que fue el primero de los viajes de James Cook. (Continuarrá)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

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