lunes, 5 de febrero de 2018

¿Cuántos metales existen en estado líquido? (1)

A principios de mes me llegaba este comentario al blog de parte de un estudiante de ESO.
Una pregunta algo soprendente pues, como sin duda sabe, se trata de un clásico de la “química bachillera” cuya respuesta conocen casi todos los alumnos. Observen la sutil matización que introduzco al cambiar estudiante por alumno que, sabido es, no son lo mismo. No.
Porque no es igual alumno que estudiante, aunque así lo parezcan en un principio, suelan pasar inadvertidas sus diferencias y se usen de forma indistinta y equivocada. En cualquier caso y a lo que vamos, la respuesta es fácil.
El único metal que se encuentra en estado líquido en condiciones ambientales es el mercurio, de fórmula Hg (l) y que corresponde al elemento químico con número atómico ochenta (80) de la tabla periódica de elementos químicos.  
Un metal tóxico que como tal ha sido enrocado en más de una ocasión y con el que, los que ya  cumplimos el medio siglo de edad hace tiempo, llegamos incluso a jugar, pues hasta no hace mucho tiempo formaba parte de los termómetros que teníamos en casa por cuestiones de salud. Y cuando por el motivo que fuera uno de ellos se rompía, ya teníamos un juguete a la vista.
Pues bien, ésta, la del mercurio, es la respuesta fácil. Pero ha de saber que no es el único metal líquido, ya que en puridad existen otros que se pueden derretir en nuestras manos, dado el valor de su punto de fusión (PF).
Un metal con el que además, y a diferencia del que contenían los antiguos termómetros, podemos jugar y manipular, sin riesgo para nuestra salud ya que no es tóxico. Sin ánimo de ser exahustivo, ni intención agotar el tema, le diré que aparte del mercurio, también se encuentran en estadio líquido a temperatura ambiente otros tres metales más: galio (Ga), cesio (Cs) y rubidio (Rb). Empecemos por el primero.
De eka-aluminio a galio
Un galio cuya existencia estaba pronosticada desde 1871, con buena parte de sus propiedades físico-químicas predichas y descritas ya por el químico ruso D. Mendeleyev
(1834-1907), quien lo llamó de manera provisional eka-aluminio, por la posición que ocupaba en su tabla.
El prefijo eka- significa ‘uno’ e indica que es el primer elemento debajo de uno conocido, es decir que pertenece a la misma columna o grupo y a una fila o periodo inferior. Pronosticado les decía, porque su descubrimiento no tuvo lugar hasta cuatro (4) años después.
En concreto en 1875, cuando el químico francés Paul-Émile Lecoq de Boisbaudran (1838-1912) lo descubrió en una muestra de blenda (mineral de sulfuro de zinc, ZnS) procedente de los Pirineos. Lo hizo gracias a la nueva ciencia de la espectroscopia, desarrollada entre otros por el físico prusiano G.Kirchhoff (1824-1887).
   Se trataba de una nueva forma de obtener información sobre la naturaleza y estructura de las sustancias, basándose en el estudio de la interacción entre la radiación electromagnética y la materia, mediante la absorción o emisión de energía radiante de dicha sustancia. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.


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