Algo
así como “cura iceberg”. Ése es el nombre de este multiempleado rascacielo-iceberg,
un proyecto arquitectónico que cumple diferentes funciones gracias a la
generación de energía eólica y el aprovechamiento que hace de las corrientes
marinas para nutrir sus turbinas.
Capaz
de alojar a ochocientas (800) personas y de cambiar de localización, se
comporta como un edificio de anticatástrofes climáticas al albergar un sistema
de transporte con drones y absorber dióxido
de carbono (CO2) de la atmósfera, descomponiédolo en oxígeno (O2) que expulsa al
aire y carbono (C) con el que
fabrica grafeno, es decir que ayuda
a eliminar la contaminación.
Toda
una joya aún en fase de proyecto del italiano Luca Beltrame y la iraní Saba
Nabavi Tafreshi, presentado en el concurso de rascacielos eVolo. Ah, la noticia la leí en XLSemanal y es que Al César lo que es del César...
[*] Introduzcan en
[Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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