(Continuación) Ya saben de la fijación del ilustrador Côté por todo lo relacionado con el vuelo humano -les remito a las entregas En L’An 2000: Tráfico aéreo
y EnL’An 2000: Otras formas de volar-, pues bien sepan que no quedó ahí la
cosa.
A nuestro creativo hombre se le ocurrieron otros diseños voladores, como
por ejemplo los dirigibles, a los que les daba distintas y variadas aplicaciones,
desde el práctico y pacífico transporte de personas, hasta el también práctico
pero nada pacífico de hacer la guerra.
Que es el caso que nos trae y que me tiene algo confundido.
En el dibujo se puede apreciar un combate aéreo que libra, lo que tiene
pinta de ser un combinado entre dirigible motorizado y barco armado. Ubicado
debajo y por su aspecto macizo, éste serviría de protección o blindaje del
dirigible, contra aquellos proyectiles que pudieran venir de una zona inferior.
Dotado de tres hélices en su cola, sorprendentemente el dirigible no parece
tener protección alguna contra los aviones que les disparen desde cotas
superiores. Con respecto al barco, si el dirigible fuera destruido, parece ser
que podría flotar y continuar la lucha. Esta era en teoría, la visión futurista
sobre el dirigible, en la práctica, ya sabemos que las cosas no discurrieron así.
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