“Así
el niño tendría mi apariencia y su inteligencia” ¿Les suena?, seguro estoy que
sí. Al igual que casi ninguno ignora entre quienes, supuestamente, tuvo lugar
esta conversación.
De
hecho poco o nada queda ya por decir del genial científico Einstein que no se haya dicho y, además, bien. Más o menos lo mismo
que del singular hombre que fue Albert,
si bien de éste, no todo se haya dicho con la suficiente claridad.
Me
viene a la memoria la anécdota que se cuenta de Marilyn y él, en la que se enmarca la cita del titular. Una
leyenda urbana entre la rubia devora-hombres y estrella de cine, Marilyn Monroe (1926-1962), y el
desharrapado científico y mujeriego, Albert
Einstein (1879-1955). Una más sobre la relación entre el cuerpo y la mente.
O la bella y la bestia, como el cuento.
En
este caso lo más probable es que sea apócrifa, pero lo cierto es que por ahí
anda. Como una prueba más, de la enorme popularidad de este ser humano. Que al
fin y al cabo sólo fue un científico en la vida ¿Entonces lo de la anécdota que
fue, leyenda o realidad? Les cuento hasta donde sé y ustedes deciden.
De la leyenda
Dicen
que en cierta ocasión coincidieron la Monroe
y el genio, no me pregunten ni dónde ni cuándo (¿quizás en 1949?). El caso es
que al parecer, la actriz se dirigió al físico y le propuso jocosamente: “¿No opina, profesor, que deberíamos tener
un hijo juntos? Así el niño tendría mi apariencia y su inteligencia”.
A
lo que el sorprendido físico, también al parecer, respondió: “Lo que me preocupa, querida señorita, es
que la experiencia salga al revés”. Conociendo al genio resulta lógica la lacónica
y ocurrente respuesta einsteniana. Y ya está, acabé.
Hasta
aquí lo que sé de la leyenda, de modo que no tengo nada más que decir, salvo lo
evidente. Que es poco creíble quizás, pero como anécdota no me negarán que es
buena, bastante buena. Tanto por los personajes implicados como por el diálogo.
Mas,
siempre hay un pero, la cosa no acaba ahí. Sé algo más. Existen indicios que
podrían corroborar cierta relación entre ambos ídolos. Como lo leen, cierta
relación.Veamos.
De la realidad
De
un lado la Monroe, mujer de abundosas medidas que no sólo mostró su pública
predilección por hombres mayores que ella, sino que en privado, dicen que llegó
a decir que su idea de hombre sexy era…
Sí,
¡Albert Einstein! Ya ven el tirón que tenía el relativista.
Del
otro lado, el del físico, los testimonios de sus más allegados revelan con
claridad el tipo de mujeres que le atraían. (Continuará)
Esto es falso, porque fue isadora duncan quien le sugirió.a Bernard y.no.marilyn a Einstein, pues Einstein era.mayor que.marilin con unos 40 años.
ResponderEliminarSe explica en la entrada siguiente. Léala.
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