miércoles, 27 de septiembre de 2017

Jethro Tull, el grupo

Jethro Tull es quizás una de las bandas de rock británicas más longevas, desde que comenzara allá por 1967 hasta su separación en el 2014. Y si por algo se caracteriza en mi opinión, es por haber estado liderada siempre por el compositor, flautista y cantante escocés Ian Anderson (1947). Sin duda corazón y alma del grupo.
Un grupo que con el paso del tiempo y como le ocurrió a tantos, cambió de estilo de música, de componentes y hasta de nombre, porque han de saber que Jethro Tull no siempre se llamó así, no. Tuvo varios nombres antes, motivado sobre todo por el hecho de que no lo contrataban para actuar en los locales en Londres, y si lo hacían, no los volvían a llamar después. No me pregunten el por qué.
Así que de vez en cuando cambiaban de nombre por si colaba y los contrataban. Naturalmente detrás de la maniobra estaban los representantes, que se los elegían y hete aquí que uno de estos agentes musicales, al parecer aficionado a la historia, le puso el de Jethro Tull y con él llegó el éxito.
Resulta que fue con ese nombre con el que el responsable de un club, después de su actuación, les propuso volver a tocar en otra ocasión. Nunca les había pasado antes por lo que, ni que decirles tengo, no sólo aceptaron el nuevo contrato, sino que siguieron usando ese nombre.
Un nombre del que no les he dicho que primero fue el de un abogado y agrónomo inglés, Jethro Tull (1672-1741), conocido inventor de una sembradora de tracción animal a la vez que un “observador científico” de la siembra de viñedos. Él es el auténtico Jethro Tull, por así decirlo.
Un extraño nexo éste, entre el nombre de un grupo musical, un representante de la cosa del “artisteo” y un abogado metido a agricultor, separados además por tres siglos, que se dice pronto ¿Qué pasó por la cabeza del representante?¿Por qué se le ocurrió el nombre del abogado, agrónomo e inventor? ¿Qué había leído de él?
Desconozco las respuestas pero lo cierto es que, a veces, estas cosas pasan.
Stand Up y ‘Bourée’
‘Levántate’ es el nombre de su segundo álbum, el único de la banda que alcanzó el primer puesto en ventas en el Reino Unido, grabado en abril de 1969 y publicado unos meses después, en agosto.
Y entre uno y otro, en el ínterin, el ser humano va y pisa la Luna por primera vez, dejándonos aquello de: “Este es un pequeño paso para el hombre pero un gran paso para la humanidad”. Una frase que tiene su aquel, no crean. Y es que está visto que no somos nadie, sino que se lo digan a Tull, el hombre.
Volviendo al disco, en él se incluyen algunas de las composiciones más reconocidas del grupo, entre ellas ‘Fat Man’ y ‘Bourée’. Respecto a la primera, ‘Hombre gordo’, aunque no parece que fueran por ahí los tiros, dado el “cinismo” con el que Iam trataba algunos temas en sus canciones, no se me quita de la cabeza una idea.
Fat man es el nombre en clave de la bomba nuclear de plutonio (Pu) que se arrojó sobre Nagasaki, dos días después de la de Hirosima, ésta de uranio (U) y nombre en clave Little Boy. Que fue arrojada desde un bombardero Boeing B-29 Superfortress, bautizado como EnolaGay. Sí, el mismo nombre de la canción del grupo OMD, Orchestral Manoeuvres in the Dark.
¿Ven por dónde voy? ¿Cinismo? ¿Coincidencia? ¿Casualidad? No lo sé, pero estas cosas, a veces, pasan también. (Continuará)


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