(Continuación) Ya a mediados del siglo nos encontramos con el gigantón hombre
enfermizo y atacado científico atomista Boltzmann,
que se ahorcó como salida vital y en cuya tumba tiene como epitafio una fórmula,
su fórmula. Como lo leen.
Y entre científicos e inventores -que no es que sean lo mismo, pero para el
caso que nos trae hoy, como si lo fuesen-, tenemos a la pareja electromagnética
por antonomasia. La compuesta por el listo y prolífico Edison y el creativo y genial Tesla. Tal para cual.
Ellos y su famosa y encarnizada “guerra de las corrientes eléctricas”,
a saber corriente alterna (AC) y corriente continua (DC). Un asunto que
dio lugar a una electrizante descarga cultural y de otro tipo como bien saben. Busquen, si no es así, en el blog
Segunda
mitad del siglo XIX
Y del decimonónico campo del electromagnetismo
al emergente, poco tiempo después, de la mecánica
cuántica y uno de sus destacados pioneros, el desgraciado y tímido Planck, que en lo personal vivió la
ejecución de uno de sus hijos, implicado en un intento de asesinato de Hitler.
Un dictador cuya ideología también dejó su huella en el desarrollo de otro
de los pilares de la física moderna
junto a la cuántica, me refiero a la relatividad,
y que vino de la mano del envidioso y nobel físico nazi Lenard. Él y su lucha racista contra el “fraude relativista judío”
de Einstein. Un feo asunto, créanme.
Sin solución de continuidad dejamos lo relativo y pasamos al campo de la física nuclear, encabezado por Marie Curie, la descubridora del
fenómeno de la radioactividad y la
primera mujer en casi todo lo que se propuso. Sin duda la más grande.
Seguida por uno de sus padres -de la física nuclear me refiero-, el físico
y químico pero también grande y jugador de rugby, el neozelandés Rutherford, descubridor del núcleo atómico. Como quien dice a lo
pequeño por lo grande.
Y ya que va de grande, con la astronomía
y el alemán Schwarzschild, vinculado
también a las ecuaciones relativistas de campo de Einstein y uno de los “visionarios” de los agujeros negros. Es probable que les suene las expresiones astronómicas
relacionadas con el radio que lleva su apellido y la de “horizonte de sucesos”.
Último
cuarto de siglo
Por supuesto que no, no se me olvida. Entre otros científicos nazis que
destacaron por su cobardía fascista y espíritu envidioso y delator, tenemos al,
por otro lado, gran experimentalista y nobel Stark, que llegó a denunciar tanto a colegas judíos como no judíos
sin discriminar por la raza.
Para él, el único requisito era que estuvieran científicamente más
capacitados que él. Si la envidia fuera tiña.
Sin olvidarnos, vuelvo a la física nuclear, de la poco reconocida física alemana
Meitner, descubridora de la fisión nuclear, y como tantas otras
discriminadas a causa de su sexo. Otra Hacedora
de la Ciencia ninguneada y van....
Y qué decir del germano-estadounidense Einstein,
el tercero y último por ahora de los hombres más geniales e influyentes que ha
dado la Humanidad. A saber: Arquímedes,
Newton y Einstein. No obstante ninguno como él, Einstein Superstar.
(Continuará)
¿Por qué pone en un mismo poster a Einstein y a Marylin?
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