Lo cierto es que la naturaleza de las curiosidades están entremezcladas y
andan entre lo anecdótico, lo científico y lo musical, así que mejor les
ofrezco el plato combinado entero y ustedes lo degustan como deseen.
Por ejemplo, si ya han oído y visto la letra, se habrán percatado de que a
lo largo de la canción una voz chillona
grita repetidamente: “¡ciencia!, ¡ciencia!”
¿Quién vocifera así? ¿Por qué? Pues no se puede ni imaginar ni lo uno ni lo
otro.
Su dueño no es otro que el científico y divulgador británico Magnus Pyke (1908-1992), conocido por
su colaboración en el programa científico Don't
Ask Me, “No me pregunte”, de la televisión inglesa británica en la década
de los setenta del siglo pasado.
Él es también quien, con voz estridente de “científico
loco”, dice: “¡Dios mío, señorita
Sakamoto, eres hermosa!” ¿No les resulta extraordinaria tal participación?
Un científico de más de setenta años, metido en semejante jardín musical-interpretativo.
Pyke, “¡Ciencia! ¡Ciencia” y “Dios mío, señorita Sakamoto, eres hermosa”
Del científico, de su actividad profesional, resaltar su papel de divulgador
algo excéntrico en los medios de comunicación. Pyke se especializó en
interpretar el rol de “científico loco”, basándose en una exagerada
gesticulación y en una impostada actuación.
Al fin y al cabo un recurso interpretativo como otro cualquiera, para
acercar la ciencia al público lego. Ya conocen la máxima, siempre que puedas
divulga, que seguro algo quedará. Y que nuestro científico realizó de buena
gana. De hecho también participó en un vídeo que se rodó de la canción y del
que, por lo que cuentan, salió algo escaldado.
La canción-vídeo va de un científico loco interpretado por Magnus, que
tiene como asistente de laboratorio a una ayudante oriental, la señorita
Sakamoto, de la que está locamente enamorado, de ahí el “Ella me cegó con la
ciencia”.
Un vídeo les decía, del que hasta cierto punto se arrepintió de haber
grabado. Les cuento. Parece ser que fue tal la fama que adquirió, que el
público no dejaba de acercarse a él, allá donde lo hallara, para gritarle eso.
Lo que se imagina: “¡Ciencia!, ¡Ciencia!,
¡Ciencia!”. Algo molesto la verdad.
En relación con su otra línea musical, la de “Dios mío, señorita Sakamoto, eres tan hermosa” todo apunta a que Dolby
quería que una mujer japonesa apareciera en el video-musical. Quizás una
primaria acción fetiche de la mujer asiática. Y hasta aquí.
Concluyendo,
que es gerundio
¿Acertaron los padres de The Big Bang
Theory, Chuck Lorre y Bill Prady, al elegir como melodía de
cabecera la canción The History of
Everything de Barenaked Ladies, en
vez de She blinded me with science de
Thomas Dolby?
Sin duda una pregunta de difícil respuesta. Una cuestión de gusto, probablemente.
Por si les interesa me gusta más The
history..., tanto por la música como por la letra, aunque también me influye
el hecho de que esté más acostumbrado a oírla últimamente.
Porque han de saber que She blinded...
tuvo cierto éxito en tierras estadounidenses, allá por los años 80 del siglo
pasado, llegando al quinto puesto del Billboard
Hot 100 en 1982. Que no es cualquier cosa, pero claro, desde entonces han
pasado más de tres decenios.
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