Quedando claro por el titular las limitaciones de la entrada -de un lado
espacial, me referiré solo al Hemisferio Norte, y del otro temporal, serán las
referidas al mes de junio-, aquí les apunto por orden más o menos cronológico,
algunos detalles sobre los fenómenos cósmicos, que podremos ver en el cielo a
lo largo de este mes. Les propongo estas citas con el cielo.
Apogeo,
plenilunio y luceros
La primera mismamente tendrá lugar mañana jueves 8, cuando la Luna
se encuentre en el apogeo, punto de
mayor distancia a la Tierra en su
trayectoria alrededor de ella, y que en esta ocasión estará a cuatrocientos
seis mil cuatrociento seis kilómetros (406 406 km) de distancia.
Y un día después, el viernes 9,
tendremos a nuestro satélite en fase de luna
llena o plenilunio, la última de
la primavera, estación que se nos va, y que tendrá lugar en la constelación
de Sagitario o la del arquero
que se representa como un centauro sosteniendo un arco.
Ya saben que en astronomía una constelación
no es más que una agrupación convencional y ficticia de estrellas, cuya
posición en el cielo nocturno es aparentemente invariable y a las que las
civilizaciones antiguas asociaban mediante trazos imaginarios, con diferentes
figuras por suponerlas próximas. Lo que no es cierto en muchos de los casos.
A lo largo de este mes el planeta Venus
será nuestro lucero matutino dominando el cielo al amanecer, mientras que Júpiter será el lucero vespertino,
haciendo lo propio en el atardecer y ambos de forma muy brillante. También el
planeta Marte será visible al
atardecer, aunque en su caso solo hasta mediados de mes.
Pero sin duda alguna el planeta protagonista del mes será Saturno, que se observará todas las
noches del mes y durante toda la noche, de Este a Oeste. A simple vista, sin
necesidad de ningún instrumento óptico, podremos observarlo el viernes 9 y el sábado 10, tras el crepúsculo.
Por lo que me he podido informar, alrededor de las 22 h, cuando Saturno se
encuentre muy próximo a la luna llena, será un buen momento para observarlo.
Hasta aquí las citas cósmicas inminentes en el cielo, y antes de continuar
con ellas me gustaría hablarles de una fecha que es más bien
refranera-meteorológica. Me refiero a la del 40 de mayo.
40 de mayo
La conocida fecha refranera aconsejada para cambiar a una ropa más fresca. Todos
conocemos lo que dice el proverbio meteorológico, así como su significado.
Con
su popular dicho, ‘Hasta el 40 de mayo no te quites el sayo’, nos previene para
que no nos desabriguemos hasta estar seguro de que ha pasado el frío. Todo con
la finalidad, claro, de no coger un constipado por desabrigo.
Una seguridad que al menos desde la sabiduría popular, se asocia a esa
fecha ya del mes de junio, 40 de mayo, y con una prenda masculina, el sayo, que
en los antañones se empleaba para cubrir desde los hombros hasta la media
pierna o más abajo, y con mucho vuelo.
Dejando de lado y bien claro que los refranes refranes son, y que aciertan
tanto como se equivocan, sí aprovecharemos esta ocasión para aclarar un error
calendario asociado a esa fecha.
Si se fijan es relativamente frecuente
encontrar -tanto en medios de comunicación (prensa, radio, televisión) como en
instituciones varias- la asociación de la proverbial fecha del 40 de mayo, con
la calendaria del 10 de junio.
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