jueves, 18 de mayo de 2017

¿Existen códigos PIN más frecuentes que otros? (y 2)

(Continuación) Con este número, veinte y una veces mayor, pero que sigue siendo sólo un cuatro por ciento (4%) de los posibles, se duplicaría el número de códigos acertados, es decir que averiguaríamos uno de cada dos, el cincuenta por ciento (50%). Lo que está bien.
Sin duda alguna se trata de una notable ventaja numérica sobre los cinco mil (5000) que hubiéramos necesitado manejar, si el proceso de fabricación mental por nuestra parte fuera del todo aleatorio.
Ya fuera de la tabla de los TOP 20, para posiciones más avanzadas, si continuamos con su análisis nos toparemos con ciertas “irregularidades probabilísticas”, llamémoslas “curiosas”, en la frecuencia de aparición de determinadas claves.
Por ponerles sólo unos ejemplos de los que más utilizamos, no les quiero cansar, sepan que en la posición 22 se encuentra un código que quizás les resulte familiar, se trata del 2580 que, como probablemente sabrán, corresponde a la columna central del teclado numérico de teléfonos o cajeros automáticos.
Y tras él, en la posición 23, nada menos que el número del agente secreto con licencia para matar más famoso de todos los tiempos Bond, James Bond, eso sí versión cuatro dígitos, 0007. Y en la posición 28, otra de sus posibles ¿? combinaciones, 0070.
Pero entre ellas, en el puesto 26 nos encontramos con el número 1984, quiero pensar en reconocimiento al clásico de G. Orwell publicado en 1949.
Otros patrones de utilización: las fechas
Otro de los patrones “curiosos” encontrados en la distribución de códigos es el asociado a los dígitos de los años del calendario gregoriano.
En la gráfica adjunta se aprecia como la ratio de frecuencia de los números de cuatro dígitos que comienzan por 19XX, es mayor frente a otras opciones terminadas en los mismos números. Por ejemplo nos muestra lo común que es el número 1981 comparado con 0081, 0181, 0281, … 9881 o 9981.
También se observa en ella que es en los números en torno a 1985, donde se encuentra la mayor anomalía. Un uso intensivo de estos números que podemos interpretar por coincidencia con fechas significativas para las personas que los eligieron, por ejemplo la fecha de nacimiento.
A destacar que todas las posibles combinaciones que se pueden hacer de esta fecha, llegan a ser el veinte por ciento (20%) de los códigos más usados. O sea. Y el de las fechas no es la única aberración humana a la hora de escoger PIN.
Repitiendo dígitos
Por ejemplo utilizar pares repetidos de dígitos, como se puede ver en la tabla anterior de TOP 20, es otra. Ahí están el 1212 en la cuarta posición, el 6969 en la décima, el 1122 en la décimo quinta, el 1313 en la siguiente, o el 1010 en la vigésima.
Y naturalmente los obtenidos repitiendo los cuatro dígitos. Ya ven el 0000 en el tercer puesto, el 7777 en el quinto, el 4444 en el octavo, el 2222 en la siguiente, el 9999 en la undécima, etcétera.
Fuera ya de la tabla podemos encontrarnos, con nada que nos pongamos a ello, combinaciones como 3434, 8181 o 9191. Un patrón que llega a suponer el diecisiete coma ocho por ciento (17,8%) del total. Es decir que una de cada seis personas emplea pares de dígitos repetidos para crear su propio número PIN. Un patrón a tener en cuenta.
Siguiendo con el análisis de los códigos, en la gráfica adjunta se puede apreciar que aquellos que comienzan por 0 o por 10, 11 y 12 aparecen con mucha más frecuencia que los números que comienzan por otros dígitos. (Continuará)


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