lunes, 24 de abril de 2017

‘Lucy in the sky with diamond’. Letra y psicodelia (y 2)


(Continuación) ¿Caballos de madera y tartas de malvavisco? ¿Taxis de papel de periódico que aparecen en la orilla, esperando recogerte? ¿Cabeza en las nubes y te has ido? Bueno, bueno.
Estarán conmigo que no es de extrañar el hecho de que, muchos contemporáneos dieran por sentado que John había escrito algo alusivo al LSD, una de las drogas favoritas, entre otras, de la banda por aquella época. No.
Por último, remata la letra de Lucy con un: 
Imagina que estás en un tren en una estación,
con porteros de plastilina que llevan corbatas que parecen de cristal.
De repente hay alguien allí en el torno, / la niña de los ojos de caleidoscopio.  
Lucy en el cielo con diamantes.

En fin no insisto, ya ven que es más de lo mismo. Y vista mi traducción, mejorable sin duda, les dejo el original para que ustedes le pongan la interpretación que consideren justa. En cualquier caso me ratifico en lo dicho.
Esta comparación entre el contenido de la letra musical y los efectos de la droga, naturalmente no me gusta ni lo más mínimo.
Con su permiso abro un pequeño paréntesis bioquímico sobre la droga, justificador de mi desagrado.
De la droga: composición y efectos
Del LSD, también conocido como LSD-25, lisérgida o, más comúnmente como ácido, han de saber que desde el punto de vista químico es la dietilamida del ácido lisérgico y que tiene de fórmula molecular C20H25N3O.

Se trata de una droga psicodélica semisintética que se obtiene de la ergolina y la familia de las triptaminas, y que en algunos países se emplea como droga legal bajo prescripción médica en psicoterapia.
También por desgracia, se toma ingiriéndola o poniéndola debajo de la lengua, como droga recreativa ilegal y como enteógeno.
Entre los efectos psicológicos que produce se cuentan: alteración de la percepción, conciencia y sentimientos; alucinaciones; percepción distorsionada del tiempo; visualización como reales de imágenes que no lo son; disolución del ego; sinestesia; etcétera. Caución.
Por cierto, hasta el momento de escribir estas líneas ningún ensayo científico ha podido demostrar que el LSD cause adicción, quiero decir que induzca dependencia física. Incluso aunque hagamos un uso frecuente de él, el organismo genera una rápida tolerancia hacia el mismo que anula sus efectos.

Se trabaja como hipótesis de dicha tolerancia, una probable regulación de los receptores de serotonina en el cerebro.
Pero si bien no parece que produzca adicción, no hay la menor duda de que su consumo puede provocar reacciones psiquiátricas adversas y graves, como ansiedad, paranoia y delirios.
De la droga: obtención y nombre
Esta sustancia fue sintetizada por primera vez en 1938 por el químico suizo Albert Hofmann (1906-2008), en el transcurso de un programa de investigación que estaba encaminado a descubrir posibles usos de los alcaloides del grupo ergolina, que están presentes en el cornezuelo del centeno.
Como es probable que sepan, el tal cornezuelo es un hongo que infecta los granos que se utilizan para hacer el pan de centeno, y que es causante de la enfermedad conocida como “fuego de san Antonio”. (Continuará)



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