lunes, 20 de febrero de 2017

¿Qué es la bioluminiscencia? (1)

Del griego bíos que significa “vida” y del latín lumen que significa “luz”, desde el punto de vista etimológico, el término bioluminiscencia haría referencia a la producción de luz por parte de ciertos organismos vivos.
Un proceso de conversión directa de energía en forma química a energía en forma electromagnética dentro del espectro visible, es decir, lo que coloquialmente llamamos luz.
A pesar de su nombre, se trata de un fenómeno que está relativamente extendido en prácticamente todos los niveles biológicos.
Desde bacterias, hongos, protistas unicelulares y celentéreos. Hasta gusanos, moluscos, cefalópodos y crustáceos. Pasando por insectos, equinodermos, peces y medusas. Y además no es de ayer.
El hombre lo conoce desde hace siglos y de forma documentada.
Plinio el Viejo
Ya en el siglo I, el polímata latino Plinio el Viejo (23-79), que realizó estudios e investigaciones en fenómenos naturales, etnográficos y geográficos, nos documenta en su obra Naturalis historia, acerca de la existencia en la bahía de Nápoles de ciertas medusas y de una especie de crustáceos, considerados por otro lado como todo un manjar, capaces de emitir luz, es decir ser bioluminiscentes.
En sus propias palabras: “está en la naturaleza de estos peces iluminarse en la oscuridad con una luz brillante cuando la otra luz es ausente… y destellar tanto en la boca de quienes los degustan como en sus manos”.
Pero aparte de aprovechar su sabor y satisfacer su apetito y paladar con ellos el naturalista, hombre sabio, se planteó una aplicación práctica con la otra no menos brillante propiedad. Impregnar un palo con la húmeda y brillante viscosidad de una medusa, de manera que “iluminara el camino como una antorcha”.
Ignoro en qué quedó la cosa, pero pienso no era malo, nada malo, el iluminante camino que inició Plinio para producir linternas vivas.
Robert Boyle
En cualquier caso hubo que esperar unos cuantos siglos para que el naturalista, físico y químico irlandés Robert Boyle (1627-1691), considerado como el primer químico moderno y, por tanto, uno de los fundadores de la química moderna, ofreciera una primera explicación del fenómeno.
En realidad no pasa de ser un primer intento científico por exponer el misterio de la “luz viviente”. Y que nació de la atenta y sistemática observación de unos hongos bioluminiscentes, y descubrir que dejaban de producir luz, cuando eran introducidos en un recipiente carente de gas oxígeno, O2 (g).
Por desgracia no pudo ir más allá. No estaba aún a su alcance, no podía estarlo, la posibilidad de interpretar desde un punto de vista científico, el origen de dicha luz.
Pero el tiempo pasa y hoy sabemos que los hongos observados por Boyle experimentaban un fenómeno de bioluminiscencia extracelular, o lo que es lo mismo producían la luz mediante lo que se conoce como un mecanismo de iluminación extracelular.
En esencia no es más que una reacción bioquímica en la que intervienen una proteína, un gas, una  enzima, un nucleótido y agua. Nada más que eso. (Continuará)


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