Es una de las no pocas preguntas sin contestar aún, que
hemos ido planteando a lo largo de la saga de los globos de gas helio: ¿Flotaríaun globo de helio en la Luna? ¿Sí,
no o depende? Y en cualquiera de los casos, ¿qué pasaría si fuera de otro gas?
¿Qué le parece? ¿Piensa usted que sí, que no o que
depende? ¿Y qué me dice de la influencia que tendría la naturaleza y
composición del gas con el que se llena?
Pues bien, al margen de cuál sea su repuesta quien esto escribe,
por propia experiencia profesional sabe que las respuestas son varias y
variopintas.
Van desde las que dicen que no. Bien porque piensan que la Luna no tiene atmósfera, o en ella no
existe la gravedad o porque no hay ninguna
de las dos.
Desde éstas, hasta las que afirman que sí, y además por las mismas, mismas,
razones anteriores. No, no se extrañen. Como manifestó el físico danés, “a
veces lo contrario de una verdad no siempre ha de ser una mentira, sino más
bien todo lo contrario. Puede que sea otra verdad y no menos profunda”.
Pasando por aquellas otras respuestas que se inclinan porque sí existiría algún tipo de flotación del
globo en el satélite.
Una flotación que podría ser mayor o menor que en la Tierra, dependiendo de factores como: naturaleza
y cantidad de gas con el que llenemos el globo, densidad de la atmósfera lunar,
valor de su gravedad, etcétera.
Bueno pues como pueden ver hay variedad de respuestas y,
como se suele decir en estos casos, para gustos están los colores. Lo que está
bien.
Pero sucede que no es éste uno de esos casos. Por suerte
o desgracia, vaya usted a saber, esto no es una cuestión de gusto. Estamos hablando
de ciencia, de modo que intentemos poner orden.
Y para ello, tirando de física
bachillera, hemos de tener presente desde el primer momento que nuestro satélite no tiene atmósfera, pero
sí gravedad.
Con gravedad pero sin atmósfera
Gravedad, fenómeno
gravitatorio o gravitación, como
queramos llamarlo, entendido como esa manifestación natural por la cual los
cuerpos se atraen mutuamente, por el mero hecho de tener masa.
Y nuestro satélite -con sus 7,349 × 1022 kg de
masa y un radio de 1737 km, o lo que es lo mismo, una cantidad de materia que es un
ochentaiunavo (1/81) de la de la Tierra
y un cuarto (1/4) de su diámetro- la tiene.
De hecho su
intensidad gravitatoria tiene un valor de 1,62 N/kg, aproximadamente un
sexto (1/6) de la terrestre,
gL = 1/6 gT
Como saben, la intensidad gravitatoria (g) es la fuerza
de carácter atractivo (peso) que por unidad de masa, ejerce un cuerpo celeste sobre
todo aquello que se encuentra en sus inmediaciones.
Por ejemplo su atmósfera o capa de gases que lo puede
envolver, al quedar atraída gravitatoriamente sobre su superficie. (Continuará)
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