lunes, 23 de enero de 2017

Irène Joliot-Curie

Hija de Marie y Pierre Curie (ella galardonada con los Nobel de Física en 1903 y de Química en 1911, y él con el de Física en 1903), Irene Curie (1897-1956) recibió la educación primaria y básica en su propia casa.
De ello se encargó su abuelo paterno Eugene, quién le inculcó el amor por la naturaleza, la poesía y la política radical (fue comunista).
Por su parte mamá y papá, en el tiempo que les dejaba libre sus descubrimientos radiactivos del polonio (Po) y el radio (Ra), le hicieron amar el deporte y rechazar las convenciones sociales de la época. Una educación de lo más completa.

Irene, natural, estudió Física y Química en la Universidad de París. Y durante la Primera Guerra Mundial, ayudó a su madre a instalar unidades de rayos X en los hospitales militares y a entrenar al personal en su uso.
Acabada la contienda pasó a ayudarla en el Instituto del Radio de París, posteriormente llamado Instituto Curie, y fue allí donde conoció a otro ayudante como ella, el también físico-químico francés  Frédéric Joliot (1900-1958).
Será el hombre con el que se case en 1926, con el que tenga dos hijos y con quien llegue a establecer una colaboración científica tan notable como la de sus padres, Marie y Pierre.
Radiactividad artificial
Y siguiendo el camino iniciado por ellos Irene, junto a su marido, investigó en el novedoso campo por entonces de la física nuclear.
En concreto llevaron a cabo un estudio sistemático de las radiaciones emitidas por elementos químicos ligeros, que los condujo al descubrimiento de la radioactividad artificial. Bombardeando aluminio (Al) con partículas alfa α, obtuvieron un isótopo radioactivo de fósforo (P).
Se trataba del primer isótopo artificial obtenido por el hombre y con él se abrían múltiples aplicaciones y nuevos conocimientos estructurales de la materia.
Entre ellos una larga serie de isótopos radioactivos indispensables hoy por hoy en medicina, por ser muy utilizados tanto en la investigación científica como en la industria moderna.
Gracias a ese experimento la estructura y composición del núcleo atómico empezaba a ser más accesible y el descubrimiento del neutrón como partícula fundamental, estaba a punto de caer (1934).
Una prueba de la relevancia de sus investigaciones nos la da el hecho de que el matrimonio fue invitado a la Séptima Conferencia Solvay de 1933. Un selecto club de científicos al que pocos tenían acceso.
Y en él, ese año, sólo tres mujeres. Su madre Marie Curie (1867-1934), la física nuclear austriaca Lise Meitner (1878-1968) y ella misma. Un muy corto número, a pesar de ser la mitad de la Humanidad.

Premio Nobel de 1935 en Química
Por descubrir que los elementos radiactivos pueden prepararse artificialmente a partir de elementos estables, el matrimonio Joliot-Curie recibió el laureado galardón

[Para saber más]


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