Más tarde, en 1884, el responsable de que el día se divida en veinticuatro horas (24 h) llevó su propuesta ante la Conferencia Internacional del Meridiano, que ese año se celebraba en Washington.
Allí tuvo más suerte, aunque sólo a medias. Resulta que se aceptó la idea del Tiempo Universal (UT), pero no la de los husos horarios.
En la resolución nº 5 del Congreso de Washington de 1884 y en el artículo sobre el Meridiano de Greenwich se puede leer: “El día universal comienza a medianoche, hora solar, en Greenwich y tendrá una duración de 24 horas”. Están al tanto de que las cosas de palacio van despacio.
De hecho no fue hasta 1929 cuando el mundo aceptó, de forma casi unánime este sistema. Les recuerdo que en España los relojes están adelantados una hora, por mor del meridiano que nos corresponde.
No obstante y poco a poco, los principales países del mundo han ido aceptando y adoptando la división de nuestro planeta en zonas o husos horarios. Tales son sus ventajas.
Otras aportaciones y reconocimientos
Pero con ser las más conocidas de sus aportaciones -los husos horarios y los días divididos en veinticuatro horas (24 h)- no son ni mucho menos las únicas de nuestro “doodleado”. Por ejemplo, gracias a su actividad como topógrafo y geógrafo colaboró de forma relevante en el desarrollo del ferrocarril en Canadá. Ya les adelanté su labor en la construcción del Ferrocarril Intercontinental y ahora les señalo la del Ferrocarril Canadiense del Pacífico.
De ahí la locomotora en la ilustración del doodle.
Y como diseñador han de saber que Fleming, científico y también miembro de la masonería, elaboró siendo muy joven la primera estampilla o sello postal de Canadá. Es el conocido del castor de tres peniques (3 p) emitido en 1851.
Ah, que no se me olvide, Sandorf inventó un prototipo de lo que hoy conocemos como rollers o patín en línea. Un tipo de patín sobre ruedas en el que dos, tres o cuatro de éstas se sitúan una a continuación de la otra.
De todos modos y en honor a la verdad he de decirles que la paternidad de este invento está algo discutida. Como en puridad debo poner aquí y ahora, negro sobre blanco, que Sandford Fleming no fue el primero en proponer ni el tiempo universal y ni los husos horarios.
Al César lo que es del César y...
Como lo leen. Las dos ideas habían sido concebidas ya unos años antes. En concreto fueron inventadas veintiún (21) años antes por el matemático y astrónomo italiano Giuseppe Barilli, del que quizás con ese nombre no caigan en este momento en quién es. Normal porque fue mucho más conocido por el seudónimo de Quirico Filopanti (1812-1894).
En su libro Miranda! publicado en 1858 proponía la utilización de veinticuatro (24) zonas horarias de una hora, que él llamó “días longitudinales”, estando la primera de ellas en el meridiano de Roma.
Igualmente proponía la idea del uso de un tiempo universal en astronomía y telegrafía. Unas ideas de lo más ocurrentes y prácticas, anteriores a las de Fleming en unos años, pero que por desgracia no llegaron a ser conocidas hasta después de su muerte (la del matemático italiano).
En ese sentido la adopción del uso de estas ideas se debe con plenos derechos, al ingeniero escocés-canadiense quien por cierto, a modo de reconocimiento en Canadá, una ciudad (Fleming) y un monte (Sir Sanford) llevan su nombre.
Lo que está bien. Para saber un poco más.
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