Me la han significado en sus correos algunos seguidor del blog que manifiestan no tener acceso al contenido de la entrevista. Pues bien con mucho gusto se la reproduzco.
Contenido de la entrevista
Posiblemente le sonarán citas tan famosas o populares como «Sólo sé que no sé nada», «¡Eureka! ¡Eureka!», «¿El doctor Livingstone, supongo?» o «Dios no juega a los dados con el Universo ». Pero, ¿sabe realmente quién las pronunció, a qué se refieren o en qué contexto se enmarcan? A estas preguntas trata de dar respuesta de manera divulgativa Carlos Roque Sánchez Gómez en su libro «100 Citas comentadas de Ciencia» (Lectio Ediciones); un título con el que pretende «aguijonear la curiosidad del lector para despertar su interés y que siga profundizando en estos temas».Químico por formación, docente de profesión y divulgador por vocación, como le gusta definirse, el autor advierte que éste «no es un libro de ciencia, sino de curiosidad» y que, aunque está escrito con un lenguaje asequible y coloquial, está elaborado «con exactitud científica y rigor en el planteamiento».
A la hora de seleccionar las citas no ha seguido un criterio específico, si bien están ordenadas de forma cronológica, abordando autores, en muchos casos, «ineludibles». Baste nombrar a Arquímedes, Newton o Albert Einstein, «las tres mentes, probablemente, más brillantes que ha dado la Ciencia a lo largo de la historia», afirma Sánchez Gómez, quien ha recogido «un par de citas de cada uno de ellos porque, aparte de ser referentes de suma importancia, abordan ámbitos de conocimiento que aparecen también en otros autores».
Pero no todo son grandes nombres. El libro reúne, a su vez, expresiones con alguna motivación científica, como «Cocer al baño (de) María o en un baño (de) María», con la que nos transporta al pasado, a una relación poco conocida entre la mujer y la alquimia, o «Pecunia non olet», «el dinero no huele», frase atribuida al emperador Vespasiano en una conversación que mantuvo con uno de sus hijos y a la que el autor recurre para explicar que, «en realidad, las monedas son inodoras hasta que entran en contacto con la piel humana.
El olor metálico que percibimos al tocar unas monedas o las llaves de casa —dice— se debe a una reacción química que se produce entre los lípidos de la piel y el metal». Curiosidades y anécdotas entre las que tienen cabida además un guiño a Sevilla con la figura de Elcano y la frase «Primus circumdedisti me», «fuiste el primero que me circundaste», en alusión a la primera circunnavegación de la Tierra y a la historia de la expedición que en su día salió del puerto de Mulas encabezada por Magallanes.
«Ojear y hojear»
«He pretendido hacer un libro para ojear y hojear», argumenta Carlos Roque Sánchez, plenamente convencido de la utilidad de «divulgar que algo queda». Y lo dice por experiencia, la misma que le ha reportado su ejercicio como docente en Secundaria, en la Universidad de Sevilla y en cursos de postgrado, amén de la labor que ha desarrollado al frente de cursos de formación inicial y permanente del profesorado.Considera que «nunca como hoy ha sido tan importante que el hombre tenga un mínimo de conocimiento científico para que no lo engañen. En pleno siglo XXI, aún existe un porcentaje significativo de personas que piensa que el universo es geocéntrico y eso está cuantificado en un estudio reciente», señala.
Es en este punto en el que incide para romper una lanza por la enseñanza de disciplinas como las Matemáticas, la Física o la Química, ya que «de qué sirve contar con más información científica y técnica o de mayor actividad divulgativa si el español medio no tiene una formación mínima que le sirva para entender cualquier artículo al respecto», concluye.
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