jueves, 22 de septiembre de 2016

Del ferragosto. Origen y significado

Es muy de agradecer que algunos lectores del blog, además de hacerme el honor de calzarse cada día la entrada correspondiente, tengan la amabilidad de ponerme algún comentario sobre la misma o de escribirme al correo personal.

Se trata por su parte de una doble acción gramatical, las de la lectura y la escritura, que a quien esto subscribe le resulta de lo más estimulante. De lo más estimulante, se lo puedo asegurar. Muchas gracias.

Y dicho lo cual, vamos con lo que nos queda por solventar del verano.

Vamos que nos vamos que la estación estival se nos acaba y aún queda por contar de lo comprometido en hacer en esta tribuna divulgadora. Por ejemplo del ferragosto.

El último de los términos pertenecientes al cuarteto de supuestos sinónimos estacionales (verano, estío, canícula y ferragosto), asociados a este periodo astronómico que se nos habrá ido en horas (repaso estas líneas junto al Guadalquivir, en la mañana del miércoles 21).

En concreto lo hará mañana jueves 22 de septiembre a las 16 h 21 min hora oficial peninsular, las 15 h 21 min en Canarias. Justo cuando tenga lugar el equinoccio de otoño.

Tirando de etimología: “Fiesta de Augusto”
En puridad el término ferragosto deriva de una locución latina, en concreto de Feriae Augusti, que podríamos traducir por “fiesta o reposo de Augusto”.

Se trataba de una festividad instituida por el emperador Octaviano Augusto en el año 18 a. C. y que en su honor tenía como día central el 15 de agosto.

Una celebración que se unía a otras diversiones ancestrales que a lo largo del mes de agosto, festejaban el fin de las labores agrícolas.

Como en tantos otros pueblos, en la antigua Roma, después de recoger la cosecha de cereales tenían lugar grandes fiestas, de las que también se beneficiaban los animales de tiro (caballos, asnos y mulos), que recibían un merecido descanso y eran adornados incluso con flores y ramas.

Como seguro saben, el del ferragosto italiano es un día que coincide en la tradición católica, con el de la Asunción de la Virgen María a los cielos.

Si bien en la actualidad, en Italia, no es más que una fiesta de carácter laico que por la fecha en la que se celebra, ya se imaginarán lo que produce: un éxodo masivo en las ciudades del interior hacia lugares de playa o montaña.

Tirando de etimología: “Agosto de hierro”
El caso es que, con el paso del tiempo, la palabra de origen italiano se ha internacionalizado en su uso, y no es infrecuente encontrar una traducción como la que intitula este apartado, “agosto de hierro”.

Una clara referencia a la dureza meteorológica de un periodo de tiempo estival. Porque en este nuevo contexto el término, desde el punto de vista gramatical, tiene otra acepción.

Más que a un día en concreto, ferragosto, hace referencia a un período de tiempo de calor sofocante, o sea, al ya desaparecido por error, estío.

Un ferragosto pues que podríamos traducir así, dada su crudeza atmosférica y de la que, al sevillano modo, podríamos derivar ferrajulio. Por qué no.

El ferrajulio y ferragosto sevillanos, unos tiempos caniculares de altas, muy altas, temperaturas que forman parte del verano de todos y, según casos, del veraneo de cada uno.

El tórrido verano sevillano.



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