jueves, 18 de agosto de 2016

La cazadora de cuero de A. Einstein

Casi con toda seguridad, lo que tienen ante sus ojos no es otra cosa que la chaqueta de cuero que perteneció, y durante muchos años, al físico germano-estadounidense Albert Einstein (1879-1955).

Fue subastada por la casa británica Christie's hace unas semanas, y formaba parte de un lote con varios objetos significativos del científico.

Con un precio de salida entre cuarenta y sesenta mil libras (40 000- 60 000 £), alcanzó el valor final de ciento diez mil quinientas libras (110 500 £) al cambio ciento treinta mil euros (130 000 €).

Dicen quienes han estado lo suficientemente cerca de ella, que aún tiene un fuerte olor a tabaco a pesar de los ochenta (80) años que han transcurrido desde su adquisición y de los casi sesenta (60) que han transcurrido desde la muerte de su primer dueño.

Algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta que el genial físico fue un impenitente fumador en pipa durante buena parte de su vida, y que la llevó puesta (la chaqueta) y de forma continuada durante unos veinte (20) años.

De este frecuente uso da testimonio escrito en sus memorias, el físico polaco Leopold Infeld (1898-1968) amigo y colaborador de Einstein en la Universidad de Princeton (EE. UU.).

Aunque también hay información fotográfica del físico con la “chupa” puesta a lo largo de los años.

Parece ser que la adquirió en la década de los años treinta (30), más o menos cuando pidió la residencia permanente en Estados Unidos, después de dejar la Alemania nazi en 1933.

Tiene un color cuero café y es de la marca Levi Strauss, por lo que es natural su aire innegablemente estadounidense ¿Quizás fue una forma de exteriorizar su estado de ánimo, para la nueva vida en el Nuevo Continente?

El caso es que con ella lo podemos ver en el apogeo de su fama, trabajando en Princeton con un por entonces joven Peter Bergmann, físico germano-estadounidense (1915- 2002) y Leopold Infeld.

O a su llegada a las Bahamas.

También hay testimonio gráfico de Albert Einstein con su cazadora de cuero en la Universidad de New Hampshire. Y hasta en la portada de la afamada revista Time en abril de 1938.

No olvidemos que el genial científico ocupó más de una y más de dos portadas. Tal era su fama.

Desde entonces, a la vista está, la prenda ha envejecido si bien el estilo permanece.

Porque lo que se dice estilo, de eso siempre anduvo sobrado el hombre de la relatividad ¿Recuerdan esas sandalias que se gastaba en 1939, durante el verano en Nassau Point (EEUU)?

Por si no es así les invito a que se pasen a verlas ¿Qué me dicen del diseño de las sandalias blancas y negras? ¿Sensual quizás?

Y el estilo del físico relativista ataviado con camisa veraniega de manga corta, pantalones cortos y las susodichas, ¿cómo lo ven?

Si ya lo han hecho, estarán conmigo que la imagen impacta y la historia que la compaña sorprende.

Y no les digo nada de aquella otra fotografía (1949), en la que se le ve sentado en la escalera de acceso a su casa de Princeton, con unas zapatillas. Inenarrable. Por si la quieren ver.

Aunque sin duda la chaqueta de cuero es un objeto más que singular desde el punto de vista científico y social, en el lote que se subastó hace aproximadamente un mes en Londres, había otros tan singulares como ella. (Continuará)



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