miércoles, 10 de agosto de 2016

ABS, aluminio y Galileo

(Continuación) Un plástico de ingeniería que resulta ser muy resistente a los impactos, por lo que tiene mucha aplicación tanto a nivel doméstico como industrial.

Entre las primeras aplicaciones de este termoplástico amorfo están la fabricación de juguetes, material de oficina, componentes electrónicos, instrumentos musicales o material de impresión 3D.
Y entre las segundas destaca su aplicación en el sector de automoción, en diferentes partes de los coches: las internas de las vestiduras y de los interiores, las externas pintadas en color carrocería, las cromadas, etcétera.

En este material creo que se fabricó la nueva colección Research Institute, Instituto de Investigación, cuyo set de figuritas eran mujeres de ciencia, y de la que les hablaba hace ahora un par de años.

En la actualidad, por una cuestión de política ambiental, la empresa tiene en mente sustituir al ABS por otro material que tenga no ya la misma o mejor calidad sino que deje menos huella ecológica en su producción.

En cuanto sepa algo más al respecto les informo.

Muñecos y pantallas electrónicas
Por de pronto, volviendo a lo que nos trae, para la fabricación de los muñecos jupiterianos han sustituido el plástico por un metal, el aluminio Al (s), el mismo que se emplea en la construcción de las naves espaciales.

Las figuras miden tres coma ochentaiún centímetros (3,81 cm) de altura, un número “nada redondo” que les puede resultar raro para ser elegido, pero que en realidad no lo es si piensa que el diseño técnico es estadounidense.

Y allí, como seguro no ignora, lo del sistema métrico decimal, como que no.

Los muñecos miden uno coma cinco pulgadas (1,5”) y ya saben que una pulgada anglosajona son dos coma cincuenta y cuatro centímetros (2,54 cm), de modo que echen las cuentas.

Ahora que lo pienso, la presencia de las pulgadas yanquis como unidad de longitud la tenemos mucho más cerca que la información de estos muñecos.

Resulta que es en esta unidad de longitud antropométrica -equivale al ancho de la primera falange del pulgar, y más específicamente a la falange distal (en mis tiempos falange, falangina y falangeta)- como expresan los fabricantes los tamaños de las pantallas de numerosos aparatos electrónicos.

Vamos de casi todos, si no de todos, como: el televisor, el monitor de la computadora (LCD, LED) o las laptop, netbook y otros similares. Sólo es una cuestión de medidas, como nos dice el poeta.

De la placa galilense
Pero esa de los sistemas de unidades es otra historia que debe ser contada en mejor momento.

Ahora lo que debo hacer es dejarles, aunque no sin antes hacerles conocedores del triste final de nuestros muñecos.

A pesar de a quienes representan, a pesar de lo que simbolizan, y a pesar de estar hechos de metal aluminio, el final que les espera es su destrucción total junto con la de la nave.

Como ya les conté, por medidas de seguridad espacial y, tras haber orbitado treinta y siete (37) veces alrededor de Júpiter, la NASA hará que la sonda Juno se estrelle contra el planeta con sus “ocupantes” dentro.

Un triste final para un juguete de tan altos objetivos.

Y sí, no me olvido. Junto a todo el instrumental científico y los muñecos divulgadores, en su interior la Juno porta una placa como homenaje a Galileo Galilei.

Así que el pisano viaja y por partida doble.

Por cierto, ¿alguien puede ampliar sobre el texto de la placa: origen, significado, etcétera?



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