lunes, 23 de mayo de 2016

Baquelita es una resina (1)

Y su importancia estriba en que se trata de la primera sustancia plástica totalmente sintética o creada por el hombre y con unas propiedades de lo más interesantes y prácticas.

Ya adelantamos que la sintetizó por primera vez, en 1907, el estadounidense de origen belga Leo Hendrik Baekeland (1863-1944).

Aunque ahora les digo que no fue el primero en trabajar en esta línea.

Por ejemplo el químico alemán Adolf von Baeyer (1835-1917), quien entre otros logros y reconocimientos fue Premio Nobel de Química en 1905, ya había experimentado con este material en 1872.

Sin embargo no llegó a completar su desarrollo, cosa que Baekeland sí logró.

Tras varios años de investigación no sólo controló su proceso de fabricación sino que lo patentó el 18 de febrero de 1907 en EEUU y, con posterioridad, en otros países.

Él, como otros químicos, se sintió atraído por el producto resinoso que se forma al hacer reaccionar fenol y formaldehído, y se aplicó en su síntesis con muy buenos resultados.

Consiguió la condensación de ambos compuestos mezclándolos en la proporción 2 a 3.

Un método que desde entonces se conoce como ‘Proceso de Baekeland’.

‘Proceso de Baekeland’
Recordar de la química bachillera que el fenol es un alcohol de fórmula C6H5OH, también conocido como ácido fénico o ácido carbólico. Y que el formaldehído o metanal es un aldehído, altamente volátil y muy inflamable, de fórmula H2C=O.

Pues bien en la síntesis las moléculas de fenol pierden dos o tres de sus átomos de hidrógeno, en patrones de sustitución en hidrocarburos aromáticos, a la vez que el formaldehído hace de puente entre las moléculas de fenol, al perder su oxígeno por sufrir dos condensaciones sucesivas.

De esta forma cada formaldehído se une a dos fenoles, y cada fenol a dos o tres formaldehídos, dando lugar a entrecruzamientos.

Si no se realiza en proporción estequiométrica y el fenol se encontrara en exceso, la condensación dará lugar a polímeros lineales, en los que cada fenol sólo conecta con dos formaldehídos.

Del fenoplástico obtenido, una resina conocida como baquelita, apuntar aquí que se trata de una sustancia con unas propiedades interesantes y con muchas aplicaciones de interés.

Muchas porque el señor Baekeland llegó a producir hasta tres distintas, que denominó A, B y C en función de sus características químicas y físicas.

Algunas propiedades del producto de la condensación
Para los intereses de estas entradas sólo les referiré algunas de ellas.

a) Se puede moldear a medida que se forma y resulta ser bastante duro al solidificarse.

b) No conduce la electricidad. Es decir que la baquelita es lo que en el lenguaje coloquial conocemos como un aislante y, lo que en lenguaje bachiller electromagnético se conoce como un dieléctrico.

O lo que es lo mismo.

Un material que se opone al paso de la corriente eléctrica a su través, al tener un alto valor de resistividad (ρ) o resistencia eléctrica específica, y sabido es que esa oposición o resistencia eléctrica (R) depende directamente proporcional de ella. (Continuará)


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