La imagen es una ilustración del libro de topografía Von Ursprüng der Teilung (1522), escrito por Jacob Kobel (1460-1533). En él podemos leer que:
“Para encontrar la longitud de una pértica (sic) de forma correcta y legal, y de acuerdo con el uso científico, se procederá como sigue.
Sitúese en la puerta de una iglesia un domingo y pida que se queden dieciséis (16) hombres, altos y bajos, a medida que vayan saliendo al terminar el servicio; entonces haga que pongan sus pies izquierdos uno detrás de otro.
La longitud así obtenida será pértica correcta y legal para medir y apear la tierra, y su dieciseisava parte será el pie correcto y legal”.
Como se habrán imaginado la tal pértica es una antigua medida de longitud, en este caso agraria, cuya antigüedad se remonta al tiempo de los romanos; su valor desde entonces ha variado a lo largo de las épocas.
Y el pie, pues tres cuartos de lo mismo. Se trata de una unidad de longitud de origen natural, basada en el pie humano, y utilizada por muchas civilizaciones antiguas.
Porque si bien las grandes distancias el hombre las ha determinado de forma aproximada, por la duración de un día de viaje, a pie, a caballo o en carruaje, para las distancias pequeñas su propio cuerpo ha resultado ser una buena vara de medir, desde siempre.
De hecho casi cualquier parte del mismo le ha servido.
Desde la longitud de un paso o de un pie, hasta la anchura de un dedo o de la mano, pasando por la longitud del antebrazo o de una cuarta. Todas eran buenas referencias directas de medida lineal.
Lineal y particular. Porque había un problema. No todos los dedos, manos, pies, miden lo mismo. Y claro esa disparidad era motivo de discrepancias a la hora de ponerse de acuerdo sobre la longitud de algo.
Sin duda alguna, había necesidad de unificar el valor de dicha medida.
O lo que es lo mismo de obtener una unidad materializada físicamente en una referencia o patrón.
Y aunque en el siglo XVI la técnica de la medida patrón había caído en desuso y la Europa medieval, por negligencia y letargo intelectual, había regresado en su mayor parte a las primitivas medidas del cuerpo, por suerte quedaron reductos.
Como el ejemplo que nos trae del señor Köbel y su científica manera de hallar la longitud de un pie correcto y legal. Y eran casi los prolegómenos del siglo XVI.
Ya. Está bien, pero, ¿por qué dieciséis (16) personas y no doce (12) para hacer el promedio?
¿Quizás porque dieciséis (16) es un múltiplo que podemos dividir por dos y por dos y por dos y por dos. Operación que no podemos hacer con doce (12)?
Y por otro lado ¿Por qué el pie izquierdo? ¿Qué le diferencia del derecho? Aquí dejo el tema por si algún lector interesado lo quiere continuar. (Continuará)
¿Cuánto mide un pie en la actualidad? ¿Se ha realizado algún experimento para comprobarlo?
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