martes, 19 de enero de 2016

Científicos panteístas (2)

(Continuación) Pero nuestro hombre, Heráclito, seguro que le suena de los tiempos bachilleres, está considerado como uno de los primeros filósofos físicos o naturales.

Uno de esos pensadores que consideraban que el mundo, el universo, procedía de un principio natural.

Un principio o elemento que para él era el fuego, de la misma forma que lo era el agua para Tales de Mileto, el aire para Anaxímenes y la tierra para Jenófanes.

Por supuesto todos ellos entendidos en la actualidad como metáforas de la realidad, y sin ninguna relación con el concepto y significado actual del término elemento, elemento químico.

¡Menudo melón didáctico acabo de calar en relación con la Química o ciencia encargada del estudio de la materia (naturaleza, composición, propiedades y transformaciones)!

Melón que por ahora tendrá que seguir así. Lo primero es lo que va antes, el proto panteísmo, por lo vuelvo a él.

Esta concepción filosófica, identificable en los fragmentos que se conservan de sus escritos, es la que le arrastra a llevar a cabo un parangón entre lo divino y el Universo, o entre Dios y lo material, conduciéndole al fuego.

Su elemento “primigenio y generador”.

Filón de Alejandría y Amonio Sacas
Filón de Alejandría (25 a. C.-50 d. C.), es uno de los filósofos más renombrados del judaísmo helénico. Autor prolífico del que se conservan cerca de cincuenta (50) escritos, está considerado como un precedente del neoplatonismo de Plotino.

Amonio Sacas (175-242)
, filósofo de Alejandría al que se toma como auténtico fundador del neoplatonismo, que continuaron sus discípulos Plotino, Longino y Erenio.

Al parecer, Amonio, aunque fue educado en el cristianismo pronto se convirtió al paganismo. Y no fue el único cambio drástico en su vida.

Cuentan que lo de Sacas del nombre, provenía del hecho de haber sido cargador de sacos en el muelle durante su juventud. Un cambio de actividad que, ya se lo imaginan, no es un asunto menor: de cargador de muelle a filósofo cuasi panteísta. No, no es cualquier cambio.

Plotino (205-270)
Para este filósofo griego neoplatónico, Dios es el principio del todo, aunque no el todo. Ya, ya, sé que suena algo confuso. Pero más o menos es así, y no es sólo mi opinión.

De hecho no son pocos los estudiosos que piensan que en puridad, es inadecuado e impropio considerar a Plotino como un (proto) panteísta.

Sin duda es un Dios algo peculiar el plotiniense, al considerar el filósofo que lo Uno, “en cuanto principio del todo, no es el todo”. Es decir que para él, la divinidad contiene tanto la inmanencia como la trascendencia.

Lo que no deja de tener su punto contradictorio, o eso creo.

Por cierto y ya que al principio les hablaba de empeños y afanes, a Plotino debemos una ambiciosa cita. Es de su obra Enéadas, I ,2,6 y dice así: “Nuestro afán no consiste en estar libre del pecado, sino en ser Dios”.

Ni que decirles tengo que no sólo no tenemos semejante afán, ni nada que le se parezca. Sino que ni por asomo, ponemos el menor de los empeños en conseguirlo. No, no estamos para "plotinadas".(Continuará)







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