3. Los disruptores endocrinos resultan dañinos para los espermatozoides. Creo que estas sustancias químicas no han venido aún a Enroque de ciencia, por lo que les hago un prontuario.
Los disruptores endocrinos son sustancias químicas que forman parte de los contaminantes ambientales producidos por el hombre y su industria. Una consecuencia más del progreso, que en este caso no juega a favor de obra.
Como bien saben, las hormonas son una especie de mediadores que conectan órganos entre sí mediante señales químicas. Unas señales que pueden ser interferidas (aumentadas o disminuidas) e incluso bloqueadas por otros compuestos químicos.
Pues entre ellos, por desgracia, están los disruptores endocrinos.
Que al imitar o alterar el efecto de las hormonas, pueden enviar mensajes confusos al organismo, ocasionando diversas disfunciones con consecuencias biológicas no deseadas.
Y todos, tanto seres humanos como animales, estamos expuestos a ellas y a su nefasta influencia sobre el sistema hormonal.
Una influencia que puede causar numerosos problemas de salud, a veces de efectos irreversibles, en funciones vitales como el crecimiento o el desarrollo sexual.
4. Lo que no se puede decir sobre los calzoncillos. Sí, sé que algo ha leído sobre ello pero, créanme, no es cierto. El uso de calzoncillos tipo bóxer, aparte de marcar paquete y resultar incómodos a algunos, no tiene otro efecto conocido.
Olvídense por tanto de que sus apreturas son las responsables de la muerte de sus espermatozoides. No van por ahí los tiros.
5. Una dieta alta en grasas saturadas disminuye la calidad del semen. Ésta sí parece ser una dirección correcta.
Un estudio realizado en Estados Unidos hace unos tres años, ha demostrado que los sujetos que comían con regularidad altos niveles de grasas saturadas, tenían una menor concentración y conteo espermáticos.
Esta investigación -llevada a cabo en una muestra de noventa y nueve (99) personas y durante cuatro (4) años en la Universidad de Harvard- ha aportado resultados significativos.
Los sujetos que comían los niveles más altos de grasas saturadas tenían un conteo espermático cuarenta y tres por ciento (43 %) menor, y una concentración espermática veintiocho por ciento (28 %) más baja, que quienes consumían menor cantidad de grasas.
Además este trabajo, publicado en Human Reproduction, confirma el estudio del que le hablaba al principio. Ése que muestra un vínculo entre la mejor calidad de esperma y el consumo de ácidos grasos omega 3, que se encuentran en el pescado y los aceites vegetales.
Así que ya lo sabe. Para un buen esperma: Ácidos grasos omega-3, sí. Grasas saturadas, no.
Pero hay otras sustancias que debemos evitarle a nuestro organismo.
6. No debemos fumar marihuana, ni ingerir alcohol. No porque entre otras contraindicaciones, ninguno de los dos va bien para el tema de la calidad espermática. Mucho menos si los juntamos.
Se trata de un estudio reciente, realizado sobre una muestra de un millar de jóvenes en Dinamarca, y del que se desprende que fumar regularmente marihuana, junto con el consumo de alcohol, reduce a la mitad la calidad del semen. Bueno, pues usted mismo.
7. ¿Y del sexo tántrico, qué? Pues si les he de ser sincero, se trata de un factor que me resulta del todo ajeno. Vamos que ni idea sobre si la contención de la eyaculación durante semanas, mejora la calidad del esperma.
Pero bueno he preguntado. Y no sé si defraudaré a algún lector pero por lo que me han dicho que no. Es del todo incierto que el sexo tántrico mejore nuestro esperma. (Continuará)
Los disruptores endocrinos son sustancias químicas que forman parte de los contaminantes ambientales producidos por el hombre y su industria. Una consecuencia más del progreso, que en este caso no juega a favor de obra.
Como bien saben, las hormonas son una especie de mediadores que conectan órganos entre sí mediante señales químicas. Unas señales que pueden ser interferidas (aumentadas o disminuidas) e incluso bloqueadas por otros compuestos químicos.
Pues entre ellos, por desgracia, están los disruptores endocrinos.
Que al imitar o alterar el efecto de las hormonas, pueden enviar mensajes confusos al organismo, ocasionando diversas disfunciones con consecuencias biológicas no deseadas.
Y todos, tanto seres humanos como animales, estamos expuestos a ellas y a su nefasta influencia sobre el sistema hormonal.
Una influencia que puede causar numerosos problemas de salud, a veces de efectos irreversibles, en funciones vitales como el crecimiento o el desarrollo sexual.
4. Lo que no se puede decir sobre los calzoncillos. Sí, sé que algo ha leído sobre ello pero, créanme, no es cierto. El uso de calzoncillos tipo bóxer, aparte de marcar paquete y resultar incómodos a algunos, no tiene otro efecto conocido.
Olvídense por tanto de que sus apreturas son las responsables de la muerte de sus espermatozoides. No van por ahí los tiros.
5. Una dieta alta en grasas saturadas disminuye la calidad del semen. Ésta sí parece ser una dirección correcta.
Un estudio realizado en Estados Unidos hace unos tres años, ha demostrado que los sujetos que comían con regularidad altos niveles de grasas saturadas, tenían una menor concentración y conteo espermáticos.
Esta investigación -llevada a cabo en una muestra de noventa y nueve (99) personas y durante cuatro (4) años en la Universidad de Harvard- ha aportado resultados significativos.
Los sujetos que comían los niveles más altos de grasas saturadas tenían un conteo espermático cuarenta y tres por ciento (43 %) menor, y una concentración espermática veintiocho por ciento (28 %) más baja, que quienes consumían menor cantidad de grasas.
Además este trabajo, publicado en Human Reproduction, confirma el estudio del que le hablaba al principio. Ése que muestra un vínculo entre la mejor calidad de esperma y el consumo de ácidos grasos omega 3, que se encuentran en el pescado y los aceites vegetales.
Así que ya lo sabe. Para un buen esperma: Ácidos grasos omega-3, sí. Grasas saturadas, no.
Pero hay otras sustancias que debemos evitarle a nuestro organismo.
6. No debemos fumar marihuana, ni ingerir alcohol. No porque entre otras contraindicaciones, ninguno de los dos va bien para el tema de la calidad espermática. Mucho menos si los juntamos.
Se trata de un estudio reciente, realizado sobre una muestra de un millar de jóvenes en Dinamarca, y del que se desprende que fumar regularmente marihuana, junto con el consumo de alcohol, reduce a la mitad la calidad del semen. Bueno, pues usted mismo.
7. ¿Y del sexo tántrico, qué? Pues si les he de ser sincero, se trata de un factor que me resulta del todo ajeno. Vamos que ni idea sobre si la contención de la eyaculación durante semanas, mejora la calidad del esperma.
Pero bueno he preguntado. Y no sé si defraudaré a algún lector pero por lo que me han dicho que no. Es del todo incierto que el sexo tántrico mejore nuestro esperma. (Continuará)
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