jueves, 24 de septiembre de 2015

El elemento del que sólo hay un gramo [Libro Recomendado-073]

Una ligera mirada sobre la abigarrada (en texto e imagen) portada del libro que tengo encima de la mesa, ‘El elemento del que sólo hay un gramo’ de Sergio Parra (1978), tiene la capacidad de transmitirme un mensaje preclaro y prometedor acerca de su contenido.

Un aparente tótum revolútum en el que se entremezclan cita (¿de autor?), título, subtítulo, escritor y composición fotográfica que, en conjunto, resulta de lo más evocador.

Lo es empezando por la provocadora cita que la encabeza, y en la que no deja el menor margen a la duda. No. Se trata de toda una declaración de intenciones. Y si no vean cómo la inicia.

Con un “Prometo que todo lo que vais a leer...” y finaliza con un retador “Adelante”. Y en el ínterin, el típico y tópico desafío entre ciencia y ciencia ficción.

Lo que está bien como posicionamiento. O mejor, muy bien. Me gusta.

No alcanzo a comprender, y mucho menos a entender, por qué algunas personas son de la opinión que ambos campos del conocimiento humano, tienen que ser excluyentes. O por qué piensan que su presencia en una misma frase constituye un oxímoron. Ya saben.

No, lo lamento, no soy capaz. Y sí, me gusta la cita. Es más me reafirmo en ella, aunque les reconozco que me preocupa. Hay que estar muy seguro de lo que se va a escribir a continuación, para empezar así, con esa contundencia.

Es además una preocupación que en mi caso no se mitiga, cuando deduzco por dónde van a ir los tiros, al leer el título: ‘El ELEMENTO del que sólo hay un gramo’. Eso me huele a Física y Química. A átomos y a elementos. A sustancias, compuestos, mezclas, sistemas, etcétera.

Unas disciplinas y unos conceptos científicos entre los que he pasado buena parte de mi vida, la estudiantil y la profesional. De ahí que se me encienda una alarma conceptual. Verán. Si sólo hay un gramo, ¿cómo es que se trata de un elemento?

Pero el título no acaba ahí. Hay una especie de subtítulo que amplía el campo de acción divulgativa del libro reza así: ‘y otras historias sobre FÍSICA, QUÍMICA, y SUSTANCIAS ASOMBROSAS’. No me negarán que la cosa promete.

Da la impresión que pasaremos, sin solución de continuidad y a través de diferentes sucedidos, de lo molecular a lo molar. Del mundo microscópico al macroscópico. Y viceversas, claro. Es decir que nos vamos a mover entre la Física Clásica (mecánica gravitatoria y electromagnetismo) y la Física Moderna (cuántica, relatividad y caos).

Una impresión que se confirma con sólo dar la vuelta al ejemplar y leer su contraportada:

“Del cielo a veces se precipitan cacas azules y no pertenecen a una criatura voladora (pero casi). El sable de Luke Skywalker surcó el espacio en 2007. Incluso se ha encontrado la Kryptonita que debilitaba a Supermán....”

Qué me dicen. Pues todas esas afirmaciones, y otras muchas más se desgranan y explican a lo largo del ochentón de entradas que, agrupadas a lo largo de trece capítulos, conforman las doscientas ochenta y seis páginas del ejemplar.

Que estarán conmigo no son pocas y, desde ya les digo, dan cabida a muchos, muchos, conceptos, hechos, objetos, fenómenos, personajes, etcétera que, además, aparecen en diferentes entradas y por distintos motivos.

Es decir que van dejando una interesante pista que, por desgracia, resulta difícil de seguir, por no decir que es imposible.

Y aquí una de las pocas pegas que poner al texto. Echo de menos un indice onomástico y analítico, que facilite esta tarea de encontrar los nexos entre los contenidos que comparten diferentes entradas. Claro que también elogio el hecho de incluir una bibliografía por capítulo. Lo que es de agradecer.

Como espuela les diré que se trata de un libro para ojear, hojear, leer y consultar. O sea un libro multiuso que dijo aquél, y por tanto recomendable para la biblioteca de cualquier amante de la divulgación científica.

Por último, si es usted uno de los que ha llegado hasta aquí en la lectura de esta reseña literaria, qué le puedo decir de su autor, Sergio Parra, que usted ya no sepa y mejor que yo. Su fama le precede.

¡Uy! Se me olvidaba. De la composición fotográfica que aparece en la parte baja de la portada, no le puedo decir por ahora lo más mínimo. De modo que agradecería una ayudita por su parte.

Que disfruten con su lectura.

El elemento del que solo hay un gramo
Sergio Parra
Editorial Almuzara S.L.



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