(Continuación) Se piensa que debieron ser estrellas enormes, cientos o miles de veces más masivas que el Sol, muy calientes y muy brillantes. Un valor de masa tan elevado, que les condenaba a tener una “corta” vida de tan solo unos dos millones (2 000 000) de años, hasta explotar como supernovas.
Una buena apuesta teórica de cuya existencia no se habían tenido pruebas hasta ahora y,..., quizás. Quizás, porque quedan aún nuevas observaciones que realizar con el VLT, con ALMA (Atacama Large Millimeter / submillimeter Array), un interferómetro astronómico de radiotelescopios en el desierto de Atacama en el norte de Chile y con el telescopio espacial Hubble.
Sus resultados podrían confirmar no solo si estas estrellas son, efectivamente, de población III, sino si existen otros ejemplares semejantes. Y a la espera de estos resultados, con rango de categoría, pasemos a la anécdota ¿Por qué galaxia CR7?
Oportunismo acrónimo
Aquí debo recordarles el “casi” del comienzo del artículo, en relacionado con el título Galaxia CR7. Hay que decir que en puridad, siguiendo las normas que rigen para la denominación de los cuerpos celestes, a este grupo de estrellas se le dio el nombre de Cosmos Redshift 7 o Galaxy Cosmos Redshift 7.Un nombre científico que deriva de la tecnología (gran desplazamiento al rojo) con la que los objetos muy distantes del espacio son identificados, y que se puede simplificar a Galaxy CR7 o, ya de la que va, por qué no, CR7.
Un claro oportunismo coloquial con el acrónimo del futbolista luso Cristiano Ronaldo y su número de camiseta, el 7, que el propio astrónomo y compatriota Sobral admite, al reconocer que se inspiró en el jugador del Real Madrid.
Una especie de homenaje a quien, a su entender de aficionado, es el mejor jugador de la historia de Portugal y uno de los grandes de todos los tiempos. En fin. Todos somos humanos, al fin y al cabo.
Pero que conste. CR7 es el acrónimo de Cosmos Redshift 7 y no del extraordinario jugador que, eso sí, tiene otro motivo, uno más, del que presumir.
“Lleva su nombre” nada menos que la galaxia que, por ahora, es la más brillante y luminosa de todas y, quizás, una de las primeras formadas tras el Big Bang. No todos pueden decir lo mismo, y lo dejo ahí.
En cualquier caso, un mérito más que añadir a sus actuaciones como futbolista o modelo publicitario. Como quien dice, CR7: astro y estrella ¿Para cuándo una galaxia Messi, o algo así?
Y para ir finalizando, ya que hemos vuelto al comienzo del artículo, aprovecho para hacer un par de cortos añadidos al mismo. Uno científico, referente a un proceso nuclear, la reionización. Otro gramatical, relativo al término acrónimo, utilizado entre futbolístico y astronómico.
Adenda científica: reionización
La reionización, un proceso o fase que tiene lugar tras la formación de galaxias y que es la segunda mayor transformación que experimenta el elemento químico hidrógeno (H) en el universo, tras la primera de recombinación.Es en la reionización cuando las primeras generaciones de estrellas de población III, junto a los quasars, empiezan a emitir una radiación, unos ochocientos millones (800 000 000) de años después del Big Bang, de tal magnitud que hace que el universo, vuelva a ser un plasma ionizado.
Por decirlo en términos más bíblicos, es cuando Se hizo la luz en el Universo. Cuando estrellas muy, muy, masivas disiparon la “niebla” primordial que cubría el Cosmos, hasta entonces en la más absoluta oscuridad, hace ya de esto trece mil millones (13 000 000 000) de años.
Queda para mejor ocasión la adenda gramatical sobre la palabra acrónimo en el contexto científico de la entrada ¿Son equivalentes los términos acrónimo, sigla, abreviatura, símbolo y fórmula?
¡Cómo es la Ciencia! ¡No deja de hacerse preguntas!
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