lunes, 22 de junio de 2015

Galaxia CR7

No voy a entrar en el significado figurado, acepción deportiva, que muchos de nosotros podemos asociar a la unión del sustantivo galaxia y el acrónimo que forman el título de esta entrada. Y no lo hago porque el significado del titular va en sentido literal. O casi.

En sentido literal digo, porque la naturaleza del enrocado es astronómica. Hace tan sólo unos días, que un grupo de astrónomos ha descubierto una nueva galaxia y se han referido a ella con el acrónimo CR7.

Se trata de un descubrimiento espacial de una enorme preeminencia científica, a la que hay que añadir la relevancia mediática que le suma el “galáctico” nombre que le han puesto.

Una preeminencia que deriva de algunas de las peculiaridades que acompañan al descubrimiento y que van desde la táctica utilizada en su búsqueda, hasta la designación del nombre, pasando por las características científicas de la citada galaxia. Veamos.

De la táctica en la búsqueda
De la primera, la táctica que condujo a encontrarla, decirles que sencillamente decidieron buscar donde nadie lo había hecho hasta entonces, por si sonaba la flauta. Y vaya si sonó.

La investigación ha sido llevada a cabo por un equipo dirigido por David Sobral, tanto en el Instituto de Astrofísica y Ciencias del Espacio de la Universidad de Lisboa (Portugal) como en el Observatorio de Leiden (Países Bajos).

Y ha utilizado, entre otros telescopios, el Very Large Telescope (VLT), literalmente “telescopio muy grande”, en realidad un sistema de cuatro (4) telescopios ópticos reflectores, dotados de espejos de ocho coma dos metros (8,2 m) de diámetro, y varios instrumentos más.

El Proyecto VLT forma parte, a su vez, del Observatorio Europeo del Sur (ESO), quizás la mayor organización astronómica de Europa.

Bueno pues con ellos han escudriñado el espacio, en busca de los rincones más antiguos de nuestro Universo. En concreto aquellos que se formaron durante el periodo de reionización, más o menos unos ochocientos millones (800 000 000) de años después del Big Bang.

Una decisión arriesgada que, en palabras del líder del grupo, tiene cierta justificación: “Decidimos seguir un camino totalmente diferente del resto del mundo, e hicimos un mapa de grandes áreas del cielo. Sabíamos que el riesgo de buscar donde nadie busca podía ser fácilmente compensado por descubrimientos inesperados”. Y vaya si fue así.

Lo que no nos debe sorprender. Ya el clásico nos puso sobre aviso: “A los osados les sonríe la fortuna” (‘Audaces fortuna iuvat’, La Eneida. Virgilio).

Y tras la forma vayamos con el fondo, las propiedades físicas de CR7, si bien sólo les voy a dar unas pinceladas de dos de ellas. Una, su extrema luminosidad y brillo y, otra, su naturaleza primigenia.

Extrema luminosidad y brillo
Aunque de forma increíble para algunos, este grupo internacional de astrónomos, en su barrido telescópico sideral, se topó con un número de galaxias muy jóvenes y luminosas. Y entre ellas la que está considerada, por ahora, como la galaxia más brillante y luminosa del Universo.

Se estima que brilla con la luz de más de trescientos billones (300 000 000 000 000) de soles y que es tres (3) veces más brillante que la que ostentaba el récord, la galaxia Himiko, a unos trece mil millones de años-luz (13 000 000 000 al) de la Tierra.

Según Sobral: “Este descubrimiento ha desafiado nuestras expectativas desde el comienzo, ya que no esperábamos encontrar galaxias así de brillantes”. Pues me alegro. (Continuará)









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