(Continuación) O “Nada nuevo bajo el sol” les decía, remedando la máxima escolástica para dar a entender que todo se repite, que todo es cíclico.
Porque la frase completa del discurso de Alexander Fleming dice: “Existe el peligro de que un hombre ignorante pueda fácilmente aplicarse una dosis insuficiente de antibiótico, y, al exponer a los microbios a una cantidad no letal del medicamento, los haga resistentes”.
Entre profecías anda el juego
Como puede ver se trata de una más que agorera profecía que, por un cúmulo de circunstancias me han recordado a las de otro, también, médico: Michel de Nôtre-Dame (1503-1566), más conocido por el latinizado Nostradamus y que ejerció como consultor astrológico y autor de profecías.Les supongo al tanto del “profetiza” y de sus supuestas predicciones, de las que un amable seguidor del blog, hace unos días, me mandó algunas, por más sorprendentes, para este año de 2015.
Como ya saben que suelo dedicar poco tiempo, por no decir ninguno, a la comprobación de estas cosas, les dejo el listado “profético” por si ustedes tienen a bien, hacerle un seguimiento en el devenir de los meses venideros.
Desde luego leídas a vuelapluma resultan de lo más espectaculares. Ahí van:
1) Los diferentes idiomas del mundo se unificarán en uno sólo.
2) Los muertos resucitarán si el suyo.
3) La economía mundial se derrumbará.
4) La inminente erupción del volcán Vesubio.
5) La gente vivirá más de doscientos (200) años.
6) La radiación quemará el mundo.
7) Un terremoto destruirá el oeste de los Estados Unidos.
8) La abolición de los impuestos.
Bueno pues ya veremos en qué queda todo, y cuántas de las “profecías nostradamusinas” se cumplen a lo largo del año. La que sí se ha cumplido, y con creces, es la de su colega nominado por el Nobel.
No el peligro de un hombre ignorante
Y digo con creces porque, si se fija bien, no es que, como se temía Fleming, exista el peligro de un hombre ignorante. No. Ni mucho menos. Por desgracia somos millones de mujeres y hombres los que, sálvese el que pueda, nos medicamos según nuestro torpe saber y entender, cuando tenemos algún tipo de infección.
Una mala práctica que ha facilitado que las bacterias y otros microorganismos adquieran nuevas resistencias.
Una carrera evolutiva en la que las bacterias mutan para sobrevivir al antibiótico, y que se encuentra en un punto tal que la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha visto obligada a emitir la alerta de la que les he hablado.
Si bien más arriba le hablaba de una manita, ahora le preciso que son siete (7) los grupos de bacteria-resistencia elegidos por la OMS para este primer estudio mundial, precisamente porque se encuentran en todas partes.
Es decir, que se podían haber escogido otras, pero éstas tienen la ventaja de su proliferación y abundancia. Se les conoce como “microorganismos centinelas” o “patógenos centinelas”.
Si les parece bien lo enrocamos en otra ocasión.
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