jueves, 16 de octubre de 2014

Pros y contras del wifi


Dando por asentado lo que por otro lado es evidente, no soy un experto en tecnología wifi, he elaborado este prontuario atendiendo la solicitud de un perseverante seguidor que me insta a que le comente las ventajas e inconvenientes que le veo al wifi.

Como simple usuario que soy, y guiado por el sentido común, ahí van mis obviedades.

Pros del wifi
El primero, principal y más evidente es el de la comodidad. Se trata de una tecnología de acceso a Internet inalámbrica, por lo que no es necesario conectarse con un cable al rúter.

Y a nadie escapa lo que de estético y práctico tiene que no haya cables por ahí sueltos.

Por otro lado podemos cambiar el punto de conexión, mediante un cambio de cobertura, y el enlace seguirá funcionando sin problema, eso sí, siempre que no nos alejemos demasiado del rúter.

De hecho, en la actualidad, es posible conectarse a Internet en sitios que, no hace mucho tiempo, eran impensables.

El segundo es el de la economía. Ampliar la red wifi no requiere demasiado costo económico, sobre todo si lo comparamos con lo que supondría hacerlo con una red cableada. Además, con su popularización y desarrollo, han ido bajando los precios tanto de las placas de red como de los rúters.

Así que por este lado bien, cómodo y económico.

Pero como no puede ser de otra forma, junto a las ventajas están también las desventajas. No se puede eludir la dualidad de todo lo existente en el universo. No hay yin sin yang.

Contras del wifi
Empezaré con el más obvio y ya apuntado, el espacial, el de la distancia máxima de conexión, ya que existirán puntos de nuestro hogar a los que no llegará la señal. Se trata de una limitación a tener en cuenta, si lo comparamos con la red cableada que permite un alcance mayor.

Una restricción a la que habrá que añadir las que ofrecen diferentes obstáculos físicos, como paredes, puertas, mobiliario o la calidad de los materiales empleados, léase cables, equipos utilizados, microondas, teléfonos sin cables, consolas o, incluso, los móviles con Bluetooth.

Una desventaja espacial a la que hay que añadir la de la rentabilidad funcional.

Tanto porque la velocidad de conexión puede verse reducida por los diferentes elementos interpuestos. Como porque, una red wifi, puede acarrear pérdidas de paquetes de información y fluctuaciones en el tiempo de ejecución de los mismos.

Lo que se puede traducir, por concretarles, en: tener problemas al escuchar la radio por Internet, usar servicios de voz como Skype o que las respuestas sean más lentas en videojuegos en línea.

En conclusión, con wifi, la señal no nos llega con la misma la potencia receptora que lo haría mediante un cable. En el caso inalámbrico, la potencia es menor.

Un inconveniente en lo que concierne a la información, al que hay que añadir el de un mayor gasto económico, motivado por el deterioro que sufren las baterías de los diferentes terminales que utilizamos (tabletas, móviles, smartphones o, incluso, notebooks).

Un deterioro que viene originado por la mucha energía que necesitan para su funcionamiento.

Y además está la cuestión de la seguridad de la red. Tanto de la suya propia, que debe proteger contra usos, riesgos y amenazas externas que pueden surgir, si no la configura de forma correcta.

Para ello resulta vital ponerle una clave de acceso bien diseñada y, por supuesto, no olvidarla. Algo que suele suceder. Precaución.

Tanto de la suya propia, como de las redes externas y, suspectamente, disponibles. Ya de entrada debe desconfiar de toda red que no tenga clave para acceder a la conexión de Internet.

No es lo normal y no sería de extrañar que estuviera diseñada para hacer un mal uso a costa de usted. Caución.

Bueno hay algunas más pero, para ser un prontuario, creo que cumple su función. Por otro lado ya está bien de wifi. Al menos por ahora.


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