Son lo que parecen, unas comillas inglesas o altas, de las que utilizamos en el idioma español, y que esta señorita lleva tatuadas en su espalda.
Unos signos ortográficos con los que desmarcamos niveles distintos en un oración y que, de apertura y cierre, tenemos hasta en tres tipos.
Otro día les hablo de ellos. Mientras, ¿conoce otros signos ortográficos que hayan sido motivo tatuajero?
Quedo a la espera.
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