Embarazo, semen y piscina

Decía que lo había oído en su casa, a alguien que lo había escuchado en una tienda, donde lo estaba contando la amiga de una vecina, a quien se lo había confesado la hermana de la chica embarazada. Ya ven por dónde voy.

Un embarazo, se podría decir, vía húmeda. Bueno a lo mejor este calificativo no sea el más adecuado dadas las circunstancias. Pero a lo que vamos ¿Realidad o leyenda urbana?

¿Puede embarazarse o no, por este sistema? Argumento bioquímico

Sea en una bañera, una piscina, un lago, un río, el mar o el océano, vaya por delante la negación de la mayor: ¡No!, no es posible quedarse embarazada en esas condiciones.

Si no hay contacto con la zona íntima femenina en el momento de la eyaculación y, por tanto, unión inmediata entre los fluidos masculinos y femeninos, el resto de lo que se diga no hace al caso.

No existe posibilidad de embarazo desde el punto de vista de la ciencia y como argumento de tal afirmación les ofrezco hasta tres puntos y de distintas naturalezas.

El primero es de naturaleza bioquímica. Los espermatozoides necesitan de un hábitat con unas condiciones adecuadas para sobrevivir.

Una sencilla prueba de lo que les digo es el hecho conocido de que el semen que se conserva en las clínicas de fertilidad, requiere de unas condiciones físico-químicas específicas y estrictas para su conservación.

Les hablo de factores como nivel térmico, grado de humedad, valor de acidez, etcétera.

Así que por lo dicho, sin penetración no puede haber embarazo. Si se eyacula fuera de la vagina, la esperanza de vida del espermatozoide es muy corta.

Dependiendo de los valores de esos factores ambientales, los espermatozoides son incapaces de sobrevivir más de cinco minutos (5 min). Exactamente lo que tarde en secarse el líquido seminal, que es donde pueden sobrevivir. Fuera de este ambiente propicio, tienden a deshidratarse rápidamente.

Bien, oído cocina.

Pero si en vez de, sólo, oír la comanda la escuchamos, resulta evidente que este requisito no tiene porqué invalidar la concepción piscinera.

Al fin y al cabo sobreviven cinco minutos y, a lo mejor, las condiciones del agua pueden resultar idóneas para su supervivencia. De modo que habrá que pasar a los siguientes puntos de este argumentario antiembarazo piscinil.

¿Puede embarazarse o no, por este sistema? Argumento mecánico

El segundo es de naturaleza mecánica. Dando por sabido que para que haya un embarazo, es necesario que la mujer se encuentre en el periodo fértil de su ciclo menstrual, a nadie escapa que hace falta también, que los espermatozoides del varón lleguen hasta el óvulo de la hembra.

Y para que los espermatozoides lleguen a su destino, sin penetración, debe existir un método o mecanismo alternativo que les permita ascender hacia las trompas de Falopio. Por ejemplo, el moco vaginal.

Lo que exige que haya existido, por una parte, cierto juego sexual previo.

Uno en el que el pene haya estado en contacto con la vulva, y por tanto con la secreción cervical que llega hasta los órganos externos del aparato genital femenino durante su periodo fértil.

Es por esta secreción por la que los espermatozoides se pueden desplazar para entrar en la vagina y seguir su recorrido hasta alcanzar el óvulo.

Y de otra parte, este método alternativo a la penetración, exige que la eyaculación se efectúe muy próxima a esa zona.

Es evidente que este doble requisito, momento y oportunidad, a diferencia del anterior sí resulta bastante invalidante para el suspecto embarazo.

Ése del que dicen se perpetró en unas circunstancias bien distintas. Pero...