lunes, 5 de mayo de 2014

USS Voyager y Oculus Rift (1)


Ésta de hoy es la típica entrada “dos por uno”, como en la rebajas. En esta ocasión les combino una ficticia nave espacial y un dispositivo de realidad virtual.

De la primera creo que no hemos enrocado nada aún y del segundo, algo y no hace mucho, sí les he dicho. Pero empecemos por el principio.

Naturalmente con ella, siempre las damas primero.

USS Voyager (NCC-74656)
Como seguro saben, ella no es otra que la USS Voyager (NCC-74656), una nave clase Intrepid, perteneciente a la Flota Estelar de la Federación Unida de Planetas, y destinada a misiones de altos vuelos allá por el siglo XXIV y siguientes.

Lanzada en el año 2371, tiene una masa de alrededor de setecientas mil toneladas (700 000 t) y cuenta con quince (15) cubiertas por las que se mueven las ciento cuarenta y una (141) personas que constituyen su tripulación original.

Dotada de una revolucionaria tecnología para su época -como los paquetes neurálgicos, un supuesto complejo electromagnético que posibilita la trasmisión de datos, de forma muy semejante a como lo hace el cerebro humano-, a pesar de su gran masa es capaz de desplazarse por el espacio, a velocidades superlumínicas.

Es decir, a velocidades superiores a la de la luz. Aunque bien dicho deberíamos decir superiores a la rapidez de la luz, ya que nos estamos refiriendo sólo a su módulo, una magnitud escalar por tanto.

Y que en cualquier caso, no es otra que la de 299 792, 458 k m/s en el vacío, simbolizada por la letra c, ya que proviene del latín celeritas (celeridad, rapidez).

Es la máxima rapidez conocida, a la que se puede mover la materia.

Se trata de una constante física universal, también conocida como constante de Einstein.

Además es, no sólo, la rapidez con la que se propaga toda radiación electromagnética, dentro de la Teoría Electromagnética (TEM) de Maxwell, en la Física Clásica. Sino que también, es la de propagación de la gravedad, dentro del marco de la Teoría de la Relatividad General (TRG) de Einstein, en la Física Moderna.

Un simple cálculo a nivel secundario nos permite saber que en un año, la luz recorre una distancia de 9 460 730 472 580,8 km, es decir se desplaza a una rapidez de 9,46·1012 km/año. Y es, expresada así, como se utiliza para definir una nueva unidad de distancia, en este caso astronómica: el año-luz (al).

1 al = 9 460 730 472 580,8 km = 9,46 · 1012 km

Dicho valor fue incluido de forma oficial en el Sistema Internacional de Unidades, como nueva unidad fundamental en 1983, pasando a ser desde entonces el metro una unidad derivada de ella.

Se tratan de unos valores extraordinariamente grandes, los de rapidez y distancia, pero que son reales.

La que no es tan real es la rapidez que, supuestamente, lleva la USS Voyager en la ficción interplanetaria, ya que puede alcanzar un muy alto múltiplo de la de la luz. (Continuará)



1 comentario: