Ya que hablamos de piscina, no hace mucho me llegó una pregunta algo escatológica: ¿Es verdad que se puede detectar si alguien orina mientras se baña?
Naturalmente ante semejante, y tan directa, pregunta la respuesta por mi parte no puede ser esquiva. De modo que empezaré negando la mayor.
No, no es cierto. En la práctica no se puede detectar.
Se trata de una leyenda urbana, una de las muchas que por ahí pululan. Porque no existe ningún producto químico que, vertido en el agua de la piscina, nos permita detectar quién se está haciendo pipí.
Una acción de la que, según este bulo, nos daríamos cuenta porque, por ejemplo, el agua se colorearía al contacto con la orina, dejando un cerco delator alrededor del meón o meona.
No. Es un bulo promovido, con bastante probabilidad, para evitar que la gente se orine en las piscinas. Una falacia, falsa de toda falsedad, pero con carga de profundidad (perdón por el símil).
Y eso que todos la hemos escuchado de pasada, la hemos visto en alguna película o puede que, incluso, el amigo de un amigo del amigo de un conocido nuestro, cuente a todo el que le quiera oír, que él fue testigo directo de dicho efecto.
Bueno, pues no. A pesar de ser distintas, ninguna de las historias es cierta, si bien todas tienen algo en común.
Historias en las que las circunstancias cambian
Pero la esencia del mito permanece, y que no es otra que la que se imagina. Al parecer de muchos, existe un producto químico que añadido al agua de la piscina, reacciona con algún componente de la orina, tintando el agua circundante de un color brillante que bien puede ser verde, amarillo, rojo, azul, etcétera.
Un cerco que delataría al culpable miccionador.
Y aquí es donde radica el éxito del mito. En la duda de que dicho detector exista, haya sido echado en la piscina en la que estamos y al mearnos nos pillen.
Una incertidumbre que disuade a los bañistas de hacer pipí, simplemente por la posibilidad de que sea verdad.
Porque a nadie le gusta quedar en evidencia.
Recuerden el bebé desnudo en la piscina con el pene a la vista, de la portada del disco Nevermind del conjunto Nirvana y la reacción de su líder, Kurt Cobain, que trajimos hace unas semanas.
Pero tranquilo. El detector de orina para piscina no existe.
El detector de orina para piscina no existe
Y para hacer tan rotunda afirmación, traigo a estos enrocados predios un argumentario basado en tres puntos de diferentes naturalezas: testimonial, lógica y científica. El primero es de naturaleza testimonial. Se trata de la declaración de un nadador, pero no de uno cualquiera. No. Nada menos que la de Michael Phelps, el mejor nadador de la historia.
Resulta que en unas declaraciones a la prensa, durante los Juegos de Londres de 2012, dijo: “Creo que todo el mundo lo hace”.
Corroboraba así la afirmación de su amigo en las calles de la ciudad y rival en las de la piscina, Ryan Lochte, que había espetado en un programa de radio estadounidense eso, que todos los nadadores orinaban en las piscinas.
Phelps intentaba minimizar el revuelo causado por tales declaraciones, al decir: “Creo que todo el mundo orina en la piscina. Es algo normal para los nadadores. Estamos en el agua dos horas o más y no salimos afuera para orinar”. (Continuará)
En realidad si existe el detector de orina es un reactivo que se amarillea en contacto con pequeñas concentraciónes de amoniaco el problema es que no es viable usarlo porque es tóxico con lo cual si es un bulo lo de que si orinas en la piscina se colorea la orina pero existir existe el detector de orina su nombre es "reactivo de Neßler"
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