jueves, 20 de marzo de 2014

Primavera de 2014. Comienzo astronómico (y 2)


(Continuación) Y claro está, podremos ver esas agrupaciones ficticias de estrellas que conocemos como constelaciones. Alrededor de la estrella Polar se verán a lo largo de la noche: la Osa Menor, Dragón, Cefeo y Leo.

Acerca de la observación nocturna
Para una mejor observación en el cielo de algún fenómeno astronómico de interés, bien sea de los predicho (eclipses) o no (nuevos cometas), y para cualquier época del año, deberemos escoger, preferiblemente, fechas cercanas a la Luna Nueva o Novilunio, que esta primavera caerán en 30 de marzo, 29 de abril y 28 de mayo.

Estas fechas digo, salvo que lo que pretendamos observar sea, por razones obvias, la propia Luna. Con grandes prismáticos o con un pequeño telescopio, dotados eso sí de un filtro lunar adecuado, podremos observar y con gran detalle su relieve en plenilunio.

Una magnífica forma de hacerlo puede ser observándola cada noche, mientras va aumentando su iluminación; así podrá apreciar cómo van apareciendo, en cada sesión, nuevos accidentes orográficos.

Sin prismáticos y aprovechando la mayor oscuridad de la noche que nos proporciona la Luna Nueva, podremos ver, con suerte, algunas nebulosas de emisión como el complejo de nebulosas de Orión (Messier 42 y 43), el grupo de las estrellas Pléyades y el resto de supernova conocido como nebulosa del Cangrejo (Messier 1).

Y si disponemos de prismáticos, también podemos intentar ver los satélites o lunas más brillantes de Júpiter e incluso realizar un recorrido por la franja estrellada que constituye la Vía Láctea.

Sobre la actividad solar
De la actividad solar, ya saben, ese fenómeno de nuestro astro caracterizado por la presencia en su superficie de manchas, fulguraciones y protuberancias, y que en la Tierra produce alteraciones en la propagación de las ondas de radio y una mayor presencia de auroras polares, pues de eso, casi lo de siempre.

Esta actividad sigue un periodo más o menos regular de unos once (11) años, y está asociada al ciclo magnético del Sol. En la actualidad estamos en el ciclo solar número veinticuatro (24), que comenzó en diciembre de 2008 y se espera que llegue a su máximo en abril de 2014.

Según las estimaciones realizadas por NOAA y Space Weather Prediction Center, durante la primavera de 2014, el número de manchas solares alcanzará valores entre 71 y 94.

Difícil como siempre de predecir, la actividad magnética solar durante esta primavera será probablemente alta, dado que el máximo solar, ya lo hemos dicho, está previsto para este abril.


Del alargamiento de los días y el cambio de hora
La primavera es la época del año en la que, en países de nuestras latitudes, el Sol “sale” por las mañanas antes que el día anterior y, por las tardes, se “pone” después. Es decir que la longitud del día se alarga y lo hace, además, de forma más rápida.

Desde el inicio de esta estación astronómica, el tiempo que el Sol está por encima del horizonte va aumentando en casi tres minutos (3 min) diario.

Y por diferentes razones que ahora no vienen al caso, en este mes tendrá lugar el primer cambio de hora del año. Se producirá, como es habitual, al iniciarse el último domingo del mes de marzo.

A las dos (2) de la madrugada hora peninsular del domingo 30 de marzo, habrá que adelantar el reloj hasta las tres (3). En Canarias, la una (1) de la madrugada pasará a ser las dos (2), y en todo el país este día tendrá, oficialmente, una hora menos.

Habremos recuperado, una vez más, el horario de verano.



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