Enrocada en el día de hoy, la fotografía fue tomada en realidad el verano pasado, en concreto el 15 de junio de 2013 y, a la vista está, nos ofrece una sorprendente y bellísima imagen. Vistas desde el cielo, da la impresión de que las islas navegaran.
Como si todo el archipiélago se desplazara por el océano Atlántico. Un fenómeno que naturalmente no puede ser, pero el caso es que lo parece.
El porqué de la ilusión óptica
Se trata de un efecto óptico, de una ilusión cinemática propiciada por las sinuosas estelas que se crean en el agua, debido a la barrera orográfica que las islas suponen en el flujo de la corriente de Canarias y los vientos alisios.Unos vientos predominantes en la zona, que soplan de forma casi constante en verano y algo menos en invierno y que, al golpear contra la cara noreste de la isla, provocan oleaje en unas zonas de la isla y calma total en la cara opuesta.
Un efecto barrera a sotavento de las islas mayores, que establecen zonas de calmas generadas por el (efecto) de vacío de los relieves insulares frente a la corriente general.
Dado que están menos batidas por el viento, y en ellas las aguas se mezclan menos con las de la corriente general, propician la formación de zonas acuáticas más cálidas y estables.
En resumen, que el juego del viento con la tierra rocosa y volcánica crea un efecto por el que, visto desde el cielo, hacen parecer que las islas navegaran en medio del océano, dejando una especie de singladura a su paso.
Es el poder de la imagen.
Pero claro, para obtenerla, no sólo hay que estar en el lugar apropiado. Debemos estar en posesión también del instrumental conveniente. Dos requisitos que se pueden satisfacer si disponemos del satélite y el sensor adecuados.
Y lo cierto es que disponemos de ellos.
Satélite Terra
En este caso la nave espacial es la Terra (EOS AM-1). Un satélite de investigación científica multinacional de la NASA, que fue lanzado a finales de 1999 a bordo de un vehículo Atlas y que, desde primeros de2000, no cesa de recoger datos.En sincronía con la órbita del Sol alrededor de la Tierra, este satélite hace lo propio girando en torno al planeta en una órbita polar. Una trayectoria sobre los polos que lo mantiene, de forma constante, alineado con nuestra estrella.
Una órbita que posibilita a los sensores que lleva en su interior, obtener diariamente información de la mayor parte de la superficie de nuestro planeta.
El Terra porta cinco (5) sensores a control remoto, que están destinados a supervisar el estado de la Tierra, el medio ambiente y los cambios climáticos. (Continuará)
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