miércoles, 26 de febrero de 2014

¿Se enamoran los delfines? (1)


A esta pregunta, obviamente, no les puedo contestar.

Lo que sí puedo hacer es, ponerles al tanto de algunas de sus características biológicas estudiadas y del comportamiento que se les ha observado en este terreno del amor y el sexo, para que así, puedan ustedes sacar tus propias conclusiones.

Los delfínidos o delfines oceánicos son una familia de cetáceos odontocetos bastante heterogénea, ya que puede abarcar más de treinta especies.


Con su cuerpo fusiforme de entre dos y nueve metros (2-9 m) de largo y su gran cabeza dotada de largo hocico y un solo espiráculo, en la parte superior de la cabeza para respirar, son unos carnívoros estrictos, que se encuentran relativamente cerca de las costas y, a menudo, interactúan con el ser humano.

Hoy en día, las principales amenazas a las que están expuestos estos animales son de naturaleza antropógenica. O sea, las que les ocasionamos los humanos.

Por último, y relacionado con lo del enamoramiento, les doy otro dato. Los delfines están considerados entre las especies más inteligentes que habitan el planeta.

¿Lo suficiente como para poder hablar de amor entre los delfines?
Juzguen ustedes. Estudios realizados en la Universidad de Emory (Atlanta, EEUU), por la neurocientífica y experta en el comportamiento de delfines, Lori Marino, han constatado un protocolo de cortejo delfinero, parecido al humano.

Y así, antes de iniciar el cortejo los machos se pasan horas, buscando el trozo de alga más frondoso para ofrecérselo a su pretendida.

Pero una vez conseguido, y antes de entregárselo, acostumbran a realizar toda una serie de malabares pasándoselo por la nariz, las aletas, la cola.

Vamos, pavoneándose como hacemos los humanos con el ramo de flores en la mano.

Sólo entonces, tras adornarse, le ofrecen el trozo de alga a la hembra que, si queda convencida, coqueta ella, le acepta el ramo, le ríe alguna ocurrencia al pretendiente y se ponen manos a la obra (es un decir, claro), iniciando unos preliminares amatorios que pueden durar hasta una hora.

Aunque las técnicas de cortejo y seducción dependen de cada especie de delfín, algunos machos incluso “entonan” versos de amor con el fin de conquistar a la hembra. Todo sirve en estos preámbulos amatorios.

Transcurridos los cuales, prácticamente el trabajo está hecho. Porque en realidad lo que es el acto sexual, ése, apenas dura unos segundos. Más o menos los que se pueden contar con una mano.

Visto así, no es de extrañar que, con esta brevedad, haya machos que conquisten varias hembras en un mismo día.


Y es que los delfines, junto a humanos y chimpancés, forman parte de esas escasas especies animales, que practican sexo con otra finalidad que no es la reproductiva.

¿Permanecen juntos los delfines? ¿Qué tal padres son con las crías?
A la primera pregunta la respuesta es negativa. No. No permanecen juntos. De hecho, machos y hembras pasan la mayor parte de su vida separados. (Continuará)



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