lunes, 4 de noviembre de 2013

El planeta melódico


Ya están advertidos, además de trasladarse, rotar, bambolear, etcétera la Tierra suena. Un sonido que, como todos, proviene de una vibración que no cesa. Un nuevo movimiento que añadir a los ya dichos.

Fue hace quince años cuando unos sismólogos japoneses descubrieron que la Tierra vibra, si bien no son unos movimientos sísmicos de envergadura. Nada por lo que preocuparse.

Se producen con una frecuencia de entre dos (2) y cinco (5) minutos, tienen una potencia similar al de cinco (5) bombillas de cien vatios (100 W) y consiguen que el planeta se combe una milésima de milímetro (0,001 mm). Ya ven. Nada del otro mundo.

Y como causa de esta vibración se manejan varias hipótesis, sin que aún esté zanjado el asunto explicativo.

Una de ellas podría ser el viento en la superficie del mar, que daría lugar a que durante el invierno, las tormentas y el oleaje hicieran que el planeta vibrara más.

También la presión del viento, al chocar contra las grandes cordilleras contribuiría, como un instrumento más, a esa melodía del planeta.

Que merced a esos dos factores, no sólo oscila arriba y abajo sino que, también, lo hace de un lado a otro. Como lo haría un balón cuya mitad superior fuese retorcida hacia un lado y la inferior hacia el otro y luego al revés.

Una mínima vibración constante, cuya melodía aún no hemos podido escuchar. Aunque no desesperamos y estamos alerta.

Mientras, desde 1965, nos consolamos y no es poco con Jimmy Fontana y su Il mondo

Gira, il mondo gira / nello spazio senza fine / con gli amori appena nati, / con gli amori già finiti / con la gioia e col dolore / della gente come me. / Mondo…

Bellísima.

1 comentario:

  1. No tenía ni idea de los movimientos de la tierra que habla.
    Curioso

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