Ya en alguna que otra enrocada entrada, hemos comentado algo acerca de los diversos movimientos que nuestro planeta tiene en su desplazamiento por el espacio.
Un fenómeno gravitatorio que, al entender del físico teórico estadounidense John A. Wheeler (1911-2008), guarda una curiosa y relativista dependencia: “El espacio le dice a la materia como debe moverse y la materia, con su gravedad, le dice al espacio cómo debe curvarse”.
Bien, pues es éste un buen momento para hacer una descripción de los movimientos que, por ahora sabemos, goza la Tierra. De forma breve les expongo una manita de ellos, a saber: traslación, rotación, precesión, nutación y bamboleo de Chandler, que así se llama.
Movimiento de traslación
Es el que realiza en su movimiento alrededor del Sol, por la atracción gravitatoria de éste. Con este referente, al tiempo que tarda en completar una órbita y que se produzcan las cuatro estaciones, se le conoce como año tropical.Con una duración de trescientos sesenta y cinco (365) días, cinco (5) horas, cuarenta y ocho (48) minutos y cuarenta y cinco (45) segundos, da lugar a que cada cuatro (4) años, tengamos un año bisiesto de trescientos sesenta y seis (366) días. Ya hemos enrocado la cuestión.
Una regularidad que nos permite utilizar este fenómeno astronómico como una medida natural del tiempo, en este caso el año tropical.
A lo largo de la trayectoria elíptica que describe en su órbita, la Tierra recorre alrededor de novecientos treinta millones de kilómetros (930 000 000 km), a una distancia media del Sol de ciento cincuenta millones de kilómetros (150 000 000 km) o una unidad astronómica (1 UA).
Con estos datos no resulta difícil calcularle una velocidad lineal media, para este movimiento de traslación, de veintinueve coma cinco kilómetro cada segundo (29,5 km/s). Algo rápido, la verdad. Lo sorprendente es que ni nos demos cuenta.
Movimiento de rotación
Es el que efectúa la Tierra girando sobre sí misma a lo largo de un eje ideal, llamado eje terrestre, que pasa por sus polos geográficos.Dos puntos inalterables de su superficie denominados polo norte, boreal o ártico y polo sur, meridional o antártico, coincidentes siempre con el norte y el sur de la Tierra en términos geográficos.
Ambos tienen una latitud geográfica de noventa grados (90º) y, como en ellos coinciden todos los meridianos, su longitud geográfica es de cero grados (0º).
De su duración tenemos dos medidas, según el referente que utilicemos. (Continuará)
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