domingo, 20 de octubre de 2013

La rana astronauta


En teoría la imagen que le traigo es, no sólo auténtica sino lo que parece. El despegue de una nave espacial y una rana que parece acompañarla en su lanzamiento. Le sitúo.

La fotografía fue tomada hace unas semanas, por una de las cámaras remotas instalada el Centro Wallops de la NASA, en una isla de Virginia del Este.

El cohete impulsor es el Minotaur V y la nave la LADEE, con destino a la Luna y la importante misión de estudiar el polvo lunar.

Sonda orbital LADEE
Se trata de la primera misión espacial de ciencia lanzada desde el Centro Wallops y se elevará hacia el cielo mediante el cohete Minotaur V que hace su vuelo inaugural. Así que doble estreno.

La sonda LADEE está equipada con un variado instrumental científico, destinado a obtener información acerca de la atmósfera lunar, las condiciones cerca de su superficie y las influencias ambientales sobre el polvo lunar.

Entre ellos un espectrómetro de masas para identificar los gases, un detector de polvo y un reproductor de imágenes para observar la luz dispersada por dicho polvo.

Se aprovechará también esta misión para poner a prueba un novedoso sistema de comunicación por láser, que se comunica a seiscientos cincuenta megabits por segundo (650 Mb/s).

Un ensayo tecnológico para futuras misiones científicas planetarias.

El lanzamiento tuvo lugar el viernes pasado y, al parecer, sin incidentes que resaltar, salvo el de la presencia ranera, que puede ver en la parte superior izquierda de la imagen.

Todo apunta a que este invitado inesperado estaba en el lugar equivocado, en el momento menos adecuado.

Un hecho espectacular
Pero menos. Hasta cierto punto, en el seno de la agencia espacial estadounidense, no ha sorprendido el insólito hecho.

El centro se encuentra en un entorno húmedo de la isla poblado por estos animales y, a tenor de los hechos, uno de ellos estaba en los alrededores de la plataforma de lanzamiento, en el momento de la cuenta atrás.

Se ve que lo debió sorprender y no tuvo tiempo para reaccionar (Camarón que se duerme se lo lleva la corriente). Y como la fotografía recoge, inevitablemente se vio arrastrado hacia arriba con el funcionamiento de los cohetes.

De forma involuntaria y anónima nuestra rana despegó hacia la Luna y ha terminado formando parte, a su pesar imagino, de la conquista espacial. No se lo puedo asegurar ahora mismo pero creo que se trata del primer astronauta anfibio de la Historia.

Interesados por su integridad, la agencia espacial reconoce desconocer si el animal sobrevivió a su peligrosa aventura, si bien se teme lo peor. No parece muy probable que acabara bien.

De forma que lo que tienen ante sus ojos es la sacrificada imagen que el animal ha dejado para la posteridad.

“Un pequeño paso para una rana, pero un gran paso para la ranidad”
Un daño colateral de la carrera espacial. Porque insisto. Son varias las fuentes que han confirmado la autenticidad de la imagen. El mismo portavoz de la base Wallops de la NASA, Jeremy Eggers, declara que la foto es real y no el resultado de un montaje.

Alguien muy ocurrente, remedando la mítica frase pronunciada por Neil Armstrong al pisar la Luna, ha escrito: “Un pequeño paso para una rana, pero un gran paso para la ranidad”. Está bien traido.

Un caso curioso el de la rana pero no único en estas circunstancias. Me llega información de que no es la primera vez que algún que otro animal (me refiero no humano) se ha visto afectado por un lanzamiento de esta naturaleza.

Al parecer, durante los numerosos despegues de los transbordadores espaciales se captaron imágenes de un buitre estrellándose contra el tanque de combustible del vehículo, y de un murciélago que quedó incrustado en este mismo componente de la nave.

Imágenes y hechos que no pasarán a la historia de la conquista espacial, pero que han engrosado el número de comentarios jocosos en Internet.

Por desgracia no han tenido un final feliz.

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