martes, 3 de septiembre de 2013

A. EINSTEIN: UNA BIOGRAFÍA. Vejez (I)


Es tan sencillo que...
Continúa con su búsqueda de una teoría unificada de los campos. Pensó muchas veces que la había encontrado. Y otras tantas sus cálculos le dieron unas respuestas inaceptables.

Más de una noche se acostó abatido, porque las soluciones matemáticas de sus ecuaciones demostraban no tener significado físico alguno. No importaba. Al día siguiente no era raro que apareciera con un: “Esta noche he estado pensando y creo que el planteamiento adecuado es...”.

Y vuelta a empezar. Cuando llegaba a un resultado satisfactorio, decía lleno de alegría: “Es tan sencillo que Dios no lo pudo dejar de lado”.


Einstein y su pasión por la sencillez.

Se publica “Mis últimos años”, en la primavera de 1950. El 18 de marzo hace su testamento. Deja a O. Natham, amigo de Einstein desde su llegada a Princeton, como único albacea y lo nombra, junto con Helen, administradores de sus bienes.

La Universidad Hebrea queda depositaria de sus cartas y manuscritos. El viejo y querido violín es para su nieto Bernhard Caesar, hijo de Hans.


Muere Maja
En junio de 1951, muere su hermana Maja. La soledad del hombre se acentúa. Su vulnerabilidad queda más al descubierto aún.

En la foto, el abrazo al bebé nos muestra al anciano que se aferra a la vida. No en vano, Maja representó mucho para Albert, desde pequeños.

Una anécdota que refleja este cariño fraternal está relacionada con la condición de vegetariana convencida de Maja. Algo paradójico si tenemos en cuenta la desbordante pasión que sentía por los “perritos calientes”.

Einstein resolvió el dilema por decreto cuántico.

En el caso de Maja, sentenció, un perrito caliente podía ser clasificado como vegetal. Qué quieren, por una hermana cualquier cosa. Hasta un salto cuántico biológico, y aceptamos pulpo como animal de compañía.

Einstein y Marilyn
Alguna que otra leyenda se cuenta sobre la “devorahombres” estrella de cine Marilyn Monroe y el científico “mujeriego” Albert Einstein. Y alguna que otra más, sobre la relación entre el cuerpo y la mente.

O la bella y la bestia, como el cuento.

Lo más probable, seguro, es que sean apócrifas. Pero qué popularidad.

Lo que sí está comprobado es que, al fallecer Marilyn, entre sus pertenencias se encontró una foto del sabio, con la siguiente dedicatoria: “A Marilyn, con mi respeto, amor y agradecimiento, Albert Einstein”.

No sé. Demasiado explícita, quizás. Qué hombre.

Einstein, Presidente de Israel
Por su apoyo a la causa judía, a la muerte de C. Weizmann, le ofrecen ser el segundo presidente de Israel. Einstein se sintió profundamente conmovido. Pero, en noviembre de 1952, declina el ofrecimiento en una carta cargada de emotividad.

Además, expuso un lúcido argumento: “Conozco algo sobre la Naturaleza, pero prácticamente nada sobre los hombres”. Un criterio que, de aplicarse, dejaría a la mayoría de los países sin cabeza visible y por doble ignorancia.

Un guiño irónico que los políticos parecen ignorar.

En lo científico, una expedición científica a Khartum (Sudán) confirma, una vez más, la desviación gravitatoria de la luz. Nada de refracción óptica como apuntan algunos.

En julio de 1952, muere Paul Winteler, marido de Maja cuyo matrimonio no marchó bien. Cuando se separaron, y Maja se marchó a Princeton con Einstein, Paul se fue a vivir a casa de su cuñado M. Besso, felizmente casado con su hermana Anna Winteler, donde muere.

Al Presidente de la Academia Olimpia
Aprovechando su 74 cumpleaños se celebró, en 1953, una fiesta pública para recaudar fondos destinados a la construcción del 'Albert Einstein College of Medicine'. Se recaudaron tres millones y medio de dólares.



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