Hoy viernes 21 de junio de 2013, a las 07 h 04 min, hora oficial peninsular, una hora menos en Canarias, finalizará la primavera y dará comienzo el verano español.
Eso son los cálculos del Observatorio Astronómico Nacional, dependiente del Instituto Geográfico Nacional que pertenece al Ministerio de Fomento, para el inicio astronómico de este verano de 2013 y que se corresponde con el 21 de Junio de 2013 a las 05:04 UTC o Tiempo Universal Coordinado.
Es decir, dos horas menos que nuestra hora oficial.
El UTC es el tiempo de la zona horaria de referencia respecto a la cual se calculan todas las otras zonas del mundo. Hace cuarenta (40) años, el 1 de enero de 1972, sucedió al GMT o Tiempo Meridiano Greenwich, aunque coloquialmente se le siga llamando así.
Y volviendo a la estación estival diremos de ella que es la más larga del año desde hace algunos siglos. Ésta durará 93 días y 15 horas, y terminará el 22 de septiembre con el comienzo del otoño.
Es lo que tiene el verano, que dura lo que tarda en llegar el otoño. Bueno pues ya está dicho. Mañana viernes 21 tendrá lugar uno de los dos solsticios, que anualmente tienen lugar, el solsticio de junio.
¿Qué son los solsticios?
Concretando a nuestro Hemisferio Norte, y al de junio, diremos que tiene lugar el 20 o el 21, que es llamado también Solsticio de Verano y que se trata del día más largo del año, marcando el paso de la primavera al verano.
Desde el punto de vista científico, solsticio, es un término astronómico que hace referencia a aquellos momentos del año en los que el Sol alcanza la máxima declinación norte o sur con respecto al ecuador terrestre.
De modo que, durante varios días, su altura máxima al mediodía prácticamente no cambia, razón ésta de su nombre. Etimológicamente solsticio proviene del latín y significa ‘sol quieto’.
¿Qué podremos observar en el cielo nocturno?
Antes de nada diremos que es preferible elevar la vista al cielo, en busca de meteoros, escogiendo fechas cercanas a la luna nueva (8 de julio, 6 de agosto y 5 de septiembre) ya que entonces, por motivos lumínicos-luneros, la visión será mejor.Escogeremos esas fechas salvo, naturalmente, que lo que pretendamos observar sea la propia Luna.
De las que este verano tendremos hasta cuatro lunas llenas. La primera la podremos ver el próximo domingo 23 de junio, y las siguientes cada 29 o 30 días: el 22 de julio, 21 de agosto y 19 de septiembre.
Por otra parte han de saber que no habrá ningún tipo de eclipse, ni de Sol ni de Luna, durante esta estación estival de 2013.
Cuyos cielos matutinos, por otra parte, estarán dominados por la presencia de Marte y Júpiter. Unos planetas que se irán acercando durante el comienzo del estío, hasta alcanzar el 22 de julio una distancia mínima de aproximadamente 1 grado (1 º).
Serán Venus y Saturno los que dominen la primera parte de la noche y alcancen el 20 de septiembre una distancia mínima relativa de unos cuatro grados (4 º). De modo que como luceros matutinos tendremos a Venus y Júpiter, y como luceros vespertinos a Marte y Saturno.
Addenda celeste
Aunque no dispongamos de telescopios, durante estas fechas, podremos observar el maravilloso espectáculo de las lluvias de meteoros o lluvia de estrellas, que ocasionalmente se producen. Las dos más intensas durante el verano son: Delta Acuáridas, activa aproximadamente entre el 12 de julio y el 23 de agosto y cuyo máximo ritmo se dará alrededor del 30 de julio, en el que se podrán observar entre quince (15) y veinte (20) meteoros cada hora en las horas antes del amanecer.
Y las famosas Perseidas, o Lágrimas de San Lorenzo, cuyo máximo se dará alrededor del 12 de agosto. Su observación este año será favorable por coincidir con la Luna en fase cercana al cuarto creciente.
Un espectáculo, el de la lluvia de estrellas, que no hay que perderse. De pequeños mis hermanos y yo las veíamos todos los veranos en la playa.
¿Tiene que ver el soslticio de verano con el afelio?
Aunque no tiene nada que ver con el cambio de estación, por estas fechas también se produce lo que se conoce como afelio, nombre que recibe la situación astronómica en la que es máximo el alejamiento anual entre la Tierra y el Sol.Este verano ocurrirá el día 5 de julio, siendo la distancia superior a los ciento cincuenta y dos millones de kilómetros (152 000 000 km), unos cinco millones (5 000 000) más que a principios de enero, cuando la distancia al Sol alcanza su mínimo anual o perihelio.
Es este mayor alejamiento al Sol la causa de que la Tierra se mueva más lentamente a lo largo de su órbita elíptica durante el verano (segunda ley de Kepler) y motivo por el que la duración de esta estación sea mayor que las otras.
Actividad solar
Y ya para acabar este prontuario veraniego, lo haremos con nuestra estrella, con el Sol. Con su actividad magnética que, aunque difícil de predecir, para este verano será probablemente alta, dada la proximidad del máximo solar previsto para finales de junio.Recordemos que la actividad del Sol se caracteriza por la presencia en su superficie de manchas, fulguraciones y protuberancias.
Unos fenómenos que, a distancia, en la Tierra apreciamos por las alteraciones que experimentan la propagación de las ondas de radio y por una mayor presencia de auroras polares.
Se trata de una actividad que se repite en el tiempo, siguiendo un periodo de aproximadamente once (11) años, y que está asociada al ciclo magnético del Sol.
En la actualidad nos encontramos en el ciclo solar número veinticuatro (24) que comenzó en diciembre de 2008 y llegó a su máximo en el mayo pasado.
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