domingo, 7 de abril de 2013

¿El dinero huele? (y II)


(Continuación) Lo que sí era la tal recogida de residuos humanos es un pingüe negocio, al que había que añadir los beneficios que reportaba el uso que se hacía de éstos. Sin duda alguna, en la Antigua Roma, la orina humana era una materia prima valiosa

Negocio por partida doble
Lo era porque el orín que se recogía en las letrinas públicas, y por el que se cobraba, era utilizado después en dos aplicaciones importantes: la limpieza y blanqueo de prendas de vestir, especialmente togas de lana, y el curtido de cueros.

Dos operaciones en las que algunos de los componentes de la orina jugaban un papel importante.

En el curtido de las pieles porque, previamente, las remojaban en orina para ablandarles el pelo y después rasparlo con cuchillos.

Y en la limpieza y blanqueo de la ropa, porque es de la orina de donde extraían el amoniaco NH3 (dis) que mezclaban con agua H2O (l) y ceniza para esta operación.

Recordar que la ceniza es uno de los productos resultantes de la combustión de algún material. En concreto es la parte que queda como residuo sólido, en forma de polvo depositado en el lugar donde se ha quemado el combustible.

La otra parte, conocida como humo y en estado gaseoso, se termina difundiendo en el aire atmosférico.

Una operación con la ropa, que realizaban los esclavos en unos habitáculos llamados fullonica, pisándola en pilas llenas de estos compuestos (orina, agua y ceniza). Para que se hagan una idea, algo parecido a pisar uva, pero en asqueroso.

La razón de estos usos urinarios radica en que los romanos apenas conocían el jabón, pero sí el poder desengrasante y oxidante del amoniaco.

A propósito de la orina (un apunte científico)
Desde el punto de vista químico, decirles la orina humana es un líquido transparente o amarillento, del que eliminamos casi un litro y medio diario (1,4 l/día) y cuantitativamente está compuesta por un 96% de agua y un 4% de sólidos en solución.


De ese 4% de sólidos, casi la mitad son de urea, principal producto del metabolismo de las proteínas, y el resto lo forman: nitrógeno, cloruros, cetosteroides, fósforo, amonio, creatinina y ácido úrico.

Para que se haga una idea, en cada litro de orina hay, aproximadamente, 20 g de urea. O de otra forma, su composición en mg/100 ml de fluido es:

- Urea, de fórmula química CO(NH2) ... 2,00
- Ácido úrico, de fórmula química C5H4N4O... 0,05
- Sales inorgánicas ... 1,50

Bueno, pues ya lo ven, el dinero no huele mal, así al menos lo afirmaba Vespasiano.

Y no andaba descaminado porque la expresión, por desgracia, ha quedado como excusa perfecta y cínica para obviar la procedencia del dinero. Sea cual que sea ésta, no huele.

Aunque lo cierto es que, a veces, huele, hiede y hasta mancha.

Por ejemplo las monedas huelen.

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