jueves, 14 de marzo de 2013

Fumata negra, fumata blanca (y II)


(Continuación) Este pigmento negro se emplea para fabricar pinturas, tintas de imprenta y tinta china. También lo podemos encontrar en los tóner de las fotocopiadoras y en las impresoras láser.

La brea es un residuo obtenido en la pirólisis de un material orgánico o en la destilación de alquitranes.

Se trata de un material sólido a temperatura ambiente, constituido por una mezcla compleja de numerosos hidrocarburos, a saber: aromáticos policíclicos (HAP), oligoarilos y ologoarilmetanos, policíclicos heteroaromáticos, entre otros.


¿Cómo se ha hecho en esta ocasión?
Precisamente, para evitar esa engorrosa confusión de la que les hablaba más arriba, ni blanco ni negro sino gris, este Cónclave se ha realizado con los cambios que ya tuvieron lugar en 2005 tras la muerte de Juan Pablo II.

Uno de ellos es físico, en vez de una estufa habrá dos. Ambas son de hierro fundido, y están instaladas en la Capilla Sixtina, nada más entrar a mano izquierda, antes de la verja de acceso a la zona donde se sentarán los cardenales.

Una tiene forma cilíndrica, mide un metro (1 m) de altura y cuarenta y cinco centímetros (45 cm) de diámetro y data de 1938. En su parte superior tiene talladas las fechas de las elecciones papales en las cuales fue utilizada hasta ahora.

1939 para Pío XII; 1958 para Juan XXIII; 1963 para Pablo VI; 1978 para Juan Pablo I y Juan Pablo II y 2005 para Benedicto XVI. Habrá que incluir la de 2013 para Francisco I.

Es en esta estufa en la que se quemarán las papeletas de las votaciones.

Y la otra con forma paralelepípeda, base cuadrada, y data de 2005. Es en ella en la que, de forma independiente, se producirá humo negro o blanco, en función de los resultados de las votaciones.

Aunque, eso sí, ambas estufas funcionarán de forma simultánea, a la vez.

El otro cambio es químico. La producción de cualquiera de las dos fumatas tendrá ayuda química. La estufa del humo tiene un aparato auxiliar, con un compartimento donde se pueden introducir cajetines con fumígenos de diferente composición química y que producirán un color u otro.

Breve apunte físico-químico: estufas y fumígenos
El encendido de la nueva estufa se realiza mediante un mecanismo electrónico, y el proceso de quemado suele durar unos minutos, para así asegurar la visión del humo.

Ambas estufas se unen en un único conducto que, desde el interior de la Capilla Sixtina, llega hasta la chimenea instalada en su techo.

Para mejorar el rendimiento de su tiro se puede calentar con una resistencia eléctrica, estando provista, además, de un ventilador de reserva en caso de cualquier eventualidad. Toda precaución es poca en momentos tan exigentes.

Los fumígenos son compuestos químicos que, por reacción, producen humos de diferentes colores según su composición.

Según informa el Vaticano, para el color negro de la fumata, la composición química cualitativa de fumígenos que utilizan es: perclorato de potasio KClO4 (s), antraceno C14H22O10 (s) y azufre S (s).

Para la fumata blanca se usan clorato de potasio KClO3 (s), lactosa C12H22O11·H2O y ‘pez de Castilla’ o colofonia, una resina natural de color ámbar obtenida de las coníferas.

Por cierto, no se lo he comentado. Por la chimenea, las primeras fumatas que salen tienen un color diferente. No es ni blanca ni negra sino amarilla.

En las pruebas previas que se hacen para el buen funcionamiento de la chimenea, se utiliza humo de este color, para así no dar lugar a confusión.

Para no despistar, no sólo a todos aquellos que se acercan estos días a la Plaza de San Pedro, sino para los que siguen las imágenes a través de las televisiones. 

1 comentario: