(Continuación) Por ejemplo, en Barcelona se circulaba por la derecha, mientras que en Madrid se hacía por la izquierda. Y en la capital fue así hasta que, el 1 de octubre de 1924, cambió el sentido de circulación a la derecha.
Se adelantaba de esta forma, en seis años, a la oficialización por ley de esta norma de circulación.
Pocos años después, a finales de la década de los años veinte, llegaban los primeros semáforos a España. En concreto fue en 1929 y se colocaron, claro, en las calles más céntricas de las ciudades más principales.
El primer semáforo español se instaló en Madrid, entre las calles Barquillo y Alcalá. El resto es historia, y gran parte de ella, reciente. Así que poco más hay que contar de aquello. Al menos por ahora.
Y volvemos con lo que nos trae.
Les decía más arriba a calderadas, porque el contrasentido londinense del Savoy no fue único. Sin ir más lejos, en Barcelona, tenemos un caso semejante. La calle de Ramón Trias i Fargas, es el único tramo de esta ciudad en el que se circula por la izquierda, tal como puede ver en el Street View de Google.
Y la capital del estado español, tampoco se priva de su paradoja viaria: ¿Saben ustedes que el Metro de Madrid circula por la izquierda? Seguro que sí. Aunque es probable que, aun sabiéndolo, no hayan caído en la cuenta. Pero es así.
Una historia con intrahistoria que merece su propia y próxima entrega.
Echando números
Ahora no quisiera dejar esta serie de entradas, relacionadas con los sentidos de circulación viaria, sin hacerles las cuentas de cuántas personas y en cuántos países se circula por un lado y otro. De los últimos datos disponibles se deduce que, aproximadamente, dos tercios de la población mundial (más, si tenemos en cuenta el número de conductores), vive en países que conducen por la derecha.
Una proporción que va al alza por el creciente número de viajes internacionales, y porque es más seguro y práctico para un país, conducir en el mismo sentido que sus vecinos.
Ya apuntamos al principio, que ésta es la razón más frecuente por la que los países se cambian a la conducción por la derecha. Bien claro lo deja el conocido refrán español: “A dónde va Vicente? A donde va la gente ¿A dónde va la gente? A donde va Vicente”.
Y volviendo a los números, éstos son.
Cerca del 34% del mundo, si consideramos la población de los países, conduce por el lado izquierdo de la carretera; mientras que un 66% lo hace por la derecha.
Algo más para el porcentaje por la derecha, si utilizamos como dato de cálculo el número de conductores. Y aún más si lo que tenemos en cuenta es el número de kilómetros de carreteras. En este caso, el 28% conduce por la izquierda y el 72% por el lado derecho.
Y aquí quedó lo que, hace ya unos días, comenzó como una curiosidad radiofónica: ¿Por qué los ingleses conducen por la izquierda?
Una historia que, supuestamente, arranca en la Antigua Roma, pero que empieza a cobrar carta de naturaleza en la Edad Media.
Cuando los caballeros, mayoritariamente diestros, preferían circular por la izquierda, dejando éste lado protegido por la maleza, y así cruzarse con otros caballeros y demás viandantes, por la derecha. Más que nada por si había que tirar de espada. Eran malos tiempos.
Bueno, pues de aquellos polvos medievales, estos lodos circulatorios.
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