(Continuación) El económico es el primero de los motivos razonables, para que no se hayan reanudado los viajes a la Luna, desde los últimos realizados en los años setenta (70). El primero pero no el único. Hay también motivaciones científicas, como no podría ser de otra forma.
Motivos científicos
No. No podemos dejar de lado en este análisis, el interés científico de la exploración lunar que, además, fue y es más que notable. De los trabajos relacionados en el programa Apolo se obtuvieron cerca de tres mil (3000) patentes, que tuvieron una enorme relevancia y fueron de un incalculable valor para la ciencia en general. Eso es indiscutible.
Pero también lo es que estos conocimientos científicos obtenidos, no tuvieron una relevancia económica inmediata. Lo que se tradujo con el tiempo, en una escasa rentabilidad de la cósmica inversión realizada. Y digo cósmica en los dos sentidos. Espacial y dinerario.
Gran interés científico pero mayor ruina económica. Una mala operación.
Para más inri, el retorno a la Luna desde el punto de vista científico, tiene otro factor en contra. Entre sus propias filas, la idea del retorno lunero cuenta con detractores. Es así.
No son pocos los que, en la misma comunidad científica del país, se oponen y piensan que hay que buscar nuevos destinos aeronáuticos. Incluso tienen uno, el más lógico. El primer viaje tripulado a Marte.
Nuevo destino: Marte
Una fuerte corriente en torno al pensamiento espacial, que terminó por no aprobar el programa Constellatión, presentado en 2004 por el presidente George W. Bush y que suponía la vuelta estadounidense a la Luna, para la década de los años veinte (20). Y aunque combinaba intereses científicos con no científicos, el programa no se consideró oportuno en ese momento. De hecho, hace un par de años, el presidente Barack Obama lo cerró.
Todo hacía pensar que, de forma definitiva, el visor astronáutico se elevaba hacia destinos más lejanos. Hacia el cuarto planeta del Sistema Solar, el planeta rojo, Marte.
Que es uno de los llamados planetas telúricos, es decir, de naturaleza rocosa, junto con Mercurio, Venus y la Tierra. Y de los planetas interiores, el más alejado al Sol.
En realidad, en muchos aspectos, es el más parecido al nuestro.
A mi entender, el pensamiento imperante, intramuros de la NASA, acerca del escaso interés por regresar a nuestro satélite, lo expresaba muy bien Buzz Aldrin (1930), astronauta del Apolo 11 y segundo hombre en dejar su huella sobre su superficie.
Me refiero a la frase: “La Luna ya 'está hecha'. La conocemos mejor que cualquier otra cosa del espacio”. Breve y conciso.
Ya en otra ocasión les he referido que Aldrin es un hombre de pocas palabras.
Y aunque es cierto lo que dice, ello no significa que la conozcamos bien. Ni que sepamos todo sobre ella. Ni que la hayamos estudiado al completo. Queda mucho por saber. (Continuará)
Es muy interesante lo que escribe sobre la Luna. espero que siga
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