sábado, 22 de septiembre de 2012

¿Por qué motivos podríamos volver a la Luna? (I)


Pues, básicamente, por materias primas baratas. Siempre el interés.

Resulta que, en su superficie, se han detectado sustanciales cantidades de materiales muy valiosos en el mundo actual. Materiales para ser usados, unos, como fuentes de energía; otros, en el desarrollo tecnológico y electrónico y, estotros, como fuente de vida en nuestro yermo satélite.

Isótopo helio-3: fuente de energía
De los primeros de estos materiales, destaca la sustancia simple Helio-3 (He-3) de la que tenemos constancia en su superficie desde 1980.

Se trata de un isótopo muy raro en nuestro planeta, pero muy abundante en nuestro satélite y, además, altamente energético.

Un firme candidato por tanto para remplazar al petróleo en una, quizás no lejana, fusión nuclear como solución energética global.

Perteneciente al campo de la Física Nuclear, la fusión nuclear es una reacción en la que se unen dos núcleos ligeros para formar uno más pesado, de masa y número atómico el doble aproximadamente, y con una liberación de energía superior a la que se produce en una fisión nuclear.

La reacción de fusión nuclear o termonuclear fue intensamente estudiada, como justificación física de las enormes cantidades de energía que desprenden el Sol y las estrellas y que no podían ser explicadas por las de reacciones de fisión de núcleos pesados.

Hoy sabemos que la energía solar se debe a una reacción de fusión entre átomos de hidrógeno-uno o Protio (H-1) que, junto con el helio-cuatro (He-4) forman el 90% de la composición del Sol, y a partes iguales aproximadamente.

Tierras raras: futuro tecnológico
El segundo grupo de materiales lo constituye lo que se conoce como “tierras raras”.

Esas dos filas (lantánidos y actínidos) que estaban en la parte inferior de la Tabla periódica de elementos químicos y que seguro recuerda del instituto. Se medio estudiaba en la asignatura de Física y Química, y el profesor nos decía que ya la veríamos completa en otro curso ¿Sí? Pues esos.

Bueno, pues resulta que algunos de esos veintiocho (28) elementos -que formaban el grupo conocido como de transición interna, entre las que se encuentran el europio (Eu) y el cerio (Ce)- o el tantalio (Ta), éste del grupo de transición, son vitales hoy día para nosotros.

Lo son tanto en la construcción de casi todos los aparatos electrónicos que manejamos, como, en el desarrollo de tecnologías puntas de tanto futuro como, por ejemplo, los coches híbridos.

Quizás no lo sepa, pero en las tripas de nuestros queridos ‘gadgets’ -ordenadores, teléfonos móviles, relojes y cualquier otro cacharro electrónico que se pueda imaginar- hay una serie de microcomponentes que están fabricados a partir de estos elementos. (Continuará)

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