La beocia científica que subyace tras ella, hasta un estudiante de bachillerato la puede descubrir, a poco que recuerde lo ha estudiado en Física, Química y Biología.
¿Qué es eso de la energía natural? ¿Es que acaso hay otras que no son naturales? En fin. De todos es sabido que la ignorancia es osada
Acerca del periodista
Se ve que todo lo que les he comentado sobre esta superchería estrellada y la jerigonza que le acompaña, el periodista de cabecera de Li-Ning lo desconoce. Lo que no está bien en un profesional de la información. O le resbala, lo que es aún peor.Mejor dejamos aquí el juicio de valor.
Debe ser que lo ignora les decía porque, según el susodicho: “hasta el momento, la estrella está dando resultados excelentes en el equipo español, ya que el equilibrio entre su juego interior y exterior está convirtiendo España en una de las selecciones con mejores registros estadísticos en el campeonato.”
Resulta evidente tras la lectura de lo publicado que a él, como a la marca que patrocina, no le va muy bien lo del Wu Xing. El desequilibrio profesional que muestra no puede ser mayor, ni más superlativa las tonterías que dice y fomenta.
Unas tonterías por otro lado poco tranquilizadoras y preocupantes.
Me intranquiliza porque supone, no solo, defender negro sobre blanco, y desde una tribuna pública, una superchería. Sino porque, a la vez, oficializa una credulidad como la superstición, nada menos que en la indumentaria de la selección de nacional de baloncesto. Cosa seria, oiga.
Y me preocupa porque, preocupante es el hecho que los jugadores creyeran en una bobada de ese calibre. Una credulidad nada aconsejable para nadie. Y por cierto, ¿conocen los jugadores el significado de la estrella que portan?
Claro que el asunto éste de la “suertuda camiseta estrellada”, basado en una supuesta sabiduría ancestral, no es el único que, de este calibre esotérico, nos han traído los Juegos Olímpicos.
Tenemos también el de las cintas adhesivas mágica-curativas.
Aunque éstas no vienen de tan atrás en el tiempo.
Cintas kinesio
Se las conocen como cintas kinesio y, al decir de los que hablan de ellas, está probado que ayudan a recuperarse de lesiones o a evitarlas. Aunque hicieron su aparición en Pekín 2008, es en Londres 2012 donde han brillado con luz propia.
Se las hemos visto a la voleibolista alemana Katrin Holtwick. En uno de los entrenamientos lucía sobre el estómago un manojo, a modo de cascada, de estas azules y finas tiras adhesivas.
También, durante el partido contra Isla Mauricio, su compañera Ilka Semmler llevaba tres bandas, en esta ocasión rosas, en cada glúteo.
Y el yudoca griego Ilias Iliadis combatió con cuatro gruesas -también azules- en la base de la espalda.
Ahora que recuerdo, es el mismo sitio donde llevaba tres cintas similares, el futbolista italiano Mario Balotelli durante la Eurocopa.
Lo que les he dicho. Este año del Señor de 2012, es el año de las cintas kinesio. De las que dicen, que previenen y curan lesiones.
La cuestión es saber si es verdad lo que afirman. O se trata tan solo de una campaña publicitaria basada en inexistentes controles científicos.
Me temo lo peor.
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