Fósiles vivientes: Celacanto [I]

Antes de empezar a leer, les he de advertir de una circunstancia. Esta serie de entradas zoológicas (una “manita”) que hoy estrenamos, es algo diferente. Tiene una especial organización.

Cada una de ellas constará de una primera parte generalista e introductoria del asunto, que tendrá continuación en las siguientes. Es decir que será abierta.

Y de una segunda, donde se comentará de forma breve e individualizada, uno de estos cinco (5) fósiles vivientes: Celacanto, escorpión, cucaracha, ornitorrinco y dragón de Komodo. O sea que ésta será cerrada.

Naturalmente la serie queda abierta con los animales que usted quiera aportar. De modo que quedo a la espera, y mientras lo hago, comienzo con los míos. Con la nota introductoria y el primero de ellos.

Los animales más antiguos que existen 

Aunque el cálculo es especulativo, hay cierto consenso a la hora de admitir que la vida en nuestro planeta pudo comenzar hace unos cuatro mil millones (4 000 000 000) de años y bajo la forma de seres unicelulares muy simples.

Unos seres que poco a poco, ojo, les hablo en clave de escala geológica, fueron evolucionando y dando lugar a organismos más y más complejos, hasta llegar a los animales superiores.

De éstos, los primeros en llegar fueron los peces, hace unos cuatrocientos cincuenta millones (450 000 000) de años.

Después llegaron los insectos y los anfibios, hace cuatrocientos millones (400 000 000) de años, y posteriormente los reptiles, trescientos millones (300 000 000) de años atrás.

Por último, los mamíferos y las aves iniciaron su andadura sobre el planeta, más o menos al mismo tiempo, hace doscientos treinta millones (230 000 000) de años.

Año arriba, año abajo. Ya me entienden.

Pues bien el caso es que, a pesar de que la evolución es un proceso general, existen animales que no han cambiado a pesar del tiempo transcurrido. Son auténticos fósiles vivientes. El primero que les traigo es el celacanto.

Celacanto

Se le creía extinguido hace sesenta millones (60 000 000) de años hasta que, de forma fortuita, unos pescadores lo descubrieron en sus redes en 1938, mientras faenaban frente a las costas de Madagascar.

Si bien, con posterioridad, se han encontrado otros muchos ejemplares. Un hecho que demuestra dos cosas. Una, que se trata de una especie que goza de buena salud. Y dos, que es un animal realmente difícil de observar. Su hábitat son las aguas del Índico, cerca de Sudáfrica.

El celacanto proviene nada menos que del Devónico y se le calcula una edad de trescientos ochenta millones (380 000 000) de años. Es decir uno de los animales más antiguos que se conoce. (Continuará)