Acerca del Bicarbonato de sodio

El bicarbonato de sodio, también llamado hidrogenocarbonato de sodio o carbonato ácido de sodio y de fórmula química NaHCO₃ (s) es un compuesto químico sólido cristalino, de color blanco, muy soluble en agua y con un ligero sabor alcalino.

Un compuesto que se puede encontrar como mineral en la Naturaleza o también producir de forma artificial.

Y como ya hemos comentado, uno de los antiácidos más conocido y empleado por el hombre, para calmar el ardor de estómago. Un mal que le acompaña desde la misma Antigüedad.

Indigestión prehistórica

Una época en la que las indigestiones no eran como ahora, ni muchísimo menos. Eran mucho, mucho, peores.

El hombre primitivo, debido a su dieta basada en alimentos crudos, padecía unas muy graves indigestiones y unos dolorosos trastornos gástricos. Tanto, que no era infrecuente que acabaran con su vida.

De ahí que entre sus primeras necesidades, estuviera la de aliviar tan temibles dolores. Así lo reflejan los primeros documentos médicos hallados en escritura cuneiforme, sobre tablillas de barro cocido.

En ellos se da fe de cuán abundante era este problema entre asirios y sumerios, hace más de cinco mil (5000) años. Y cómo por vía empírica sus médicos recomendaban consumir sustancias alcalinas -entre ellas hojas de menta piperita, leche o carbonatos- para paliarlo.

Hoy sabemos que estos remedios lo que hacían y hacen es inhibir la producción de pepsina, un poderoso componente del jugo gástrico, culpable de la irritación de las mucosas del estómago entre otros. Ya hemos hablado de ello.

“Efecto rebote”

Y volviendo a la toma de bicarbonato como remedio para combatir la pirosis, o acidez de estómago, y sus desagradables síntomas -a saber, ardor, dolor en estómago y esófago, que incluso puede alcanzar la garganta, exceso de gases, náuseas o sensación de pesadez entre otros-, les diré que hay que ser cuidadoso con él.

Se trata de un eficaz remedio natural y casero, ya que su acción neutralizadora es fuerte y rápida. Pero sólo lo debemos tomar si la acidez estomacal se da de forma esporádica, ya que esta benéfica acción no dura mucho tiempo.

De modo que si la acidez persiste, la ingesta de bicarbonato se debe interrumpir pues su uso durante largos periodos de tiempo puede provocar un “efecto rebote”.

O lo que es lo mismo. Corremos el riesgo de provocar el efecto contrario al esperado. Más acidez. Y la razón es sencilla.

Ante cantidades excesivas de bicarbonato de sodio, el estómago producirá mayor cantidad de ácido para compensar el que ha sido neutralizado por la sustancia básica.

Lo que motivará que necesitemos tomar más bicarbonato, que a su vez hará producir a nuestro estómago más ácido, que a su vez…

Es la pescadilla que se muerde la cola.

Reacción química

En la reacción química que se produce entre un ácido cualquiera y el bicarbonato (reacción de neutralización) se produce gas dióxido de carbono CO₂ (g), lo que le da aplicación en la fabricación de gaseosas, levaduras o polvos extintores de incendios.

A continuación dos de estas reacciones, con ácido clorhídrico y ácido acético, viejos conocidos de Enroque de Ciencia.

NaHCO₃ (s) + HCl (aq) → NaCl (s) + H₂O (l) + CO₂ (g)

NaHCO₃ (s) + CH₃COOH (aq) → NaCH₃COO (s) + H₂O (l) + CO₂ (g)

Otro día les cuento más del bicarbonato de sodio.