(Continuación) Por no hablarles del humor y sarcasmo implícitos en el apartado b), al plantear su temor por la integridad y seguridad de los ocupantes de la Estación Espacial Internacional (ISS), ante el posible impacto del balón del penalti. Bien por el intento.
Por cierto, que me viene a la memoria una frase relacionada con esta jugada sancionadora. La pronunció Edson Arantes do Nascimento, Pelé y la verdad es que no la deja en buen lugar. El genial futbolista vino a decir algo así como que: “Un penalti es una manera cobarde de marcar”.
Y puede que tenga razón. Pero no hay que olvidar que su gol número mil (1000) lo metió de penalti y fue paseado a hombros por todo el campo. No creo que entonces se sintiera un cobarde.
Como pueden ver la vida se muestra irónica de vez en cuando.
Y para ir acabando la cosa ésta del penalti, que ya toca, vuelvo con la pregunta del examen. De profesional a profesional me gustaría apuntar unas observaciones. U observar unos apuntes. Vendría a ser como un tercer tiempo.
Tercer tiempo: el crítico
Pero entiéndanme, no quiero que nadie vea ni el menor atisbo de crítica en ello. Ni al compañero ni, mucho menos, al sistema educativo. Rajoy y su ministro Wert me libre de ello. Como pueden apreciar, a Dios lo dejo fuera en esta ocasión. Y es que es bien sabido que el error, como la crisis, está en todos lados. O como ahora se dice, es global. Una cuestión de modismo lingüístico.
Pero a lo que iba. Lo de los apuntes y las observaciones.
De entrada me sorprend, nada más empezar a leer: “Sergio Ramos, presa del pánico por la responsabilidad que tenía en sus botas…” ¿Sergio Ramos, presa del pánico…?
No entiendo. Quiero decir que no lo entiendo. Bueno, ustedes ya me entienden. Por mi parte, lo dejo ahí. Si lo consideran conveniente, como siempre, me envian su opinión al respecto.
Después, sigo con la pregunta, cuando pide las “constantes del movimiento del balón” en el apartado a), he de reconocerles que no me queda muy claro a qué se refiere.
A mi entender, constante, constante, sólo son la masa del balón (m) y su velocidad inicial (v0). El resto de magnitudes físicas implicadas: Fuerzas actuantes (∑F), intensidad del campo gravitatorio terrestre (gT), aceleración de la gravedad (gT), velocidad en cada instante (v) y sus componentes, altura (∆h), alcance (∆x), etcétera no lo serían.
Y por último, en el apartado b), el problema hace referencia a una “órbita circular”.
El conflicto cognitivo que me surge al leer este calificativo de circular es: ¿Cómo se describe una órbita circular? ¿Y si hubiera sido esférica cómo se haría? ¿Se podría haber dicho, entonces, circunferencial? ¿Cómo sería en este caso?
¿A que ven a donde voy? Está meridianamente claro que quiero llegar es saber si son lo mismo circunferencia y círculo y, ya de la que va, esfera. Una cuestión para la que, desde ya, me atrevo a decirles que va a ser que no. Es un viejo dilema de dimensiones y su número.
Ni referirles tengo, que quedo expuesto a sus críticas tanto mecánicas como matemáticas.
Faltaría más. (Continuará)
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